El Reina Sofía añade a su discurso el arte poético y político de los 60 y 70

  • La colección permanente del Museo Reina Sofía acaba de integrar a su discurso el arte poético surgido de los años 60 y 70, inexorablemente unido a los grandes cambios políticos experimentados en todo el mundo, que el visitante podrá contemplar desde el próximo miércoles.

Madrid, 28 nov.- La colección permanente del Museo Reina Sofía acaba de integrar a su discurso el arte poético surgido de los años 60 y 70, inexorablemente unido a los grandes cambios políticos experimentados en todo el mundo, que el visitante podrá contemplar desde el próximo miércoles.

"De la revuelta a la posmodernidad" (1962-1982) integra el tercer tramo de la colección de las instalaciones del Reina Sofía, con cerca de 300 obras, entre pinturas, dibujos, esculturas, instalaciones, vídeos, fotografías y material documental que, en un 80 por ciento, supone obra nueva, ha explicado hoy el director del centro, Manuel Borja-Villel.

"Es un recorrido poético y político que más que dar respuestas plantea preguntas", ha dicho Borja-Villel, quien ha recordado que los veinte años que incluyen esta parte de la colección suponen el cambio definitivo de paradigma respecto a la consideración del arte desde el Renacimiento, fundamentalmente por la "ausencia" del autor.

Entre los artistas que representan ese periodo destacan algunos como Luis Gordillo, Carlos Alcolea, George Brecht, Colita, Nacho Criado, Marcel Broodthaers, Eugènia Balcells, Mario Pistoletto o Alberto Corazón, quienes atestiguan con sus obras la puesta en cuestión del hecho artístico y de la obra de arte como tal.

La irrupción de nuevas tecnologías, el avance del consumismo, los procesos de descolonización y el inicio de la globalización son algunos de los cambios ocurridos entre los 60 y principios de los 80, con acontecimientos como el Mayo del 68, la crisis económica a partir de 1973, la muerte de Franco o la transición democrática, que marcan indefectiblemente el arte del momento.

Según Borja-Villel, los artistas sienten la necesidad de dar una "contestación radical" al arte occidental y "masculino", y comienzan a surgir voces de protesta, como las del feminismo o el tropicalismo, que denuncian en un contexto social y político represivo, como el de las dictaduras española y latinoamericanas.

El minimalismo, el arte conceptual y el povera, elaborado con materiales "pobres", se presentan como característicos de esos años en una colección distribuida entre la planta O y 1 del edificio Nouvel y en la que los depósitos, por acuerdos con otras instituciones, dan coherencia al discurso expositivo.

Entre éstos destacan los de Javier Luz; el de Onnasch, con obras de George Brecht; y el de Vijande, que ha permitido incorporar varios trabajos de Luis Gordillo.

Sin embargo, por orden de importancia se sitúa en primer lugar el depósito de la colección Sonnabend, herederos de la galerista y coleccionista rumana Ileana Sonnabend, con artistas decisivos de la segunda mitad del siglo XX, como John Baldessari, Donald Judd y Bernd o Hilla Becher.

Entre las nuevas adquisiciones del Museo en los últimos tres años su director ha citado obras de Hans Haacke, André Caderes, Luciano Fabro, Helio Oiticica, Juan Carlos Romero, Roberto Jacoby, Paz Muro, Eugenia Balcells, Herminio Molero, Nazario, Michelangelo Pistoletto, CADA, Colita, Miguel Trillo o Antón Patiño.

Entre las propuestas expositivas más llamativas figuran "Tropicália (1967), de Helio Oiticica (Brasil), una instalación que recrea el ambiente propio de la selva tropical en la que no faltan dos parejas de cotorras metidas en una gran jaula, en un intento del artista por defender una cultura popular propia.

Frente a la alegría y el optimismo de las salas de la planta 1, el arte del nivel 0 "se radicaliza" con la crisis de 1973, con proyectos en los que la fotografía se convierte en el elemento central, como en la serie "Muelle 18" o los trabajos del Grup de Treball, donde el arte se convierte en un ámbito para las reivindicaciones políticas que no pueden articularse en otros espacios.

La actitud desafiante del punk también está presente en el Reina Sofía, en una sala en la que la música y toda su iconografía cobra fuerza con vídeos como el del dúo musical formado por Pedro Almodóvar y Fabio de Miguel.

La tercera parte de la colección finaliza simbólicamente a principios de los ochenta, una época en la que aparece ARCO o llega a España el "Guernica" de Picasso, con la que se dará continuidad a la cuarta y última parte de la obra del Museo Reina Sofía.

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