El Reina Sofía muestra una visión diferente del Nueva York de los 70

  • Madrid.- El período de desindustrialización que vivió Nueva York a finales de los años 70 sirvió de inspiración a numerosos fotógrafos, que retrataron el otro lado de una ciudad cuajada de arquetipos turísticos. Ahora, el Museo Reina Sofía recoge una selección de 400 fotografías que va "más allá de lo documental".

El Reina Sofía muestra una visión diferente del Nueva York de los 70
El Reina Sofía muestra una visión diferente del Nueva York de los 70

Madrid.- El período de desindustrialización que vivió Nueva York a finales de los años 70 sirvió de inspiración a numerosos fotógrafos, que retrataron el otro lado de una ciudad cuajada de arquetipos turísticos. Ahora, el Museo Reina Sofía recoge una selección de 400 fotografías que va "más allá de lo documental".

Para Lynne Cooke, comisaria junto a Douglas Crimp de "Manhattan, uso mixto", lo relevante de esta exposición es comprobar cómo el grupo de 41 fotógrafos reunidos en ella consiguieron desarrollar una obra "basada en el diálogo, que va más allá del documental y se convierte en arte".

La exposición, enmarcada en la celebración de Photoespaña 2010, parte del trabajo de artistas que comenzaron a buscar sus propios usos -el "uso mixto"- en viejas naves y muelles industriales abandonados tras la recesión de que ciudad vivió a mediados de los años 70 del pasado siglo.

"Manhattan, uso mixto" se articula en base a extensas series de fotografías, entre las que destacan las de Peter Hujar, tomadas de noche en 1976 en el West Side de Manhattan, prácticamente en el mismo recorrido que Douglas Crimp hacía buscando "encuentros para intercambios sexuales", explicó el comisario de la muestra.

El sida acabaría con la vida de Peter Hujar, ha explicado Crimp, pero en aquellos años la enfermedad no había mostrado aún su terrible cara, y los artistas se aproximaban a la homosexualidad sin ambages, como recoge una serie de fotografías de Alvin Baltrop, realizadas durante el rodaje de la película "Day's End", de Matta Clark, que incluyen a hombres practicando sexo en los muelles.

Estas y otras formas de ver un espacio urbano compartido, radicalmente opuesta a la tradicional, es la que logra "transmitir curiosidad" al espectador de esta exposición, según Crimp, quien decidió estudiar la obra de estos fotógrafos cuando comprobó que "alguien más seguía con su mirada los territorios" que él "consideraba privados".

Otros fotógrafos, como Thomas Struth, recogen la decadencia de algunas calles de Manhattan sin rastro de presencia humana en sus imágenes, mientras Bernd y Hilla Becher comienzan a retratar los depósitos de agua de los tejados de la ciudad, presentes en la famosa "Roof Pice" (Pieza para tejado) de la famosa coreógrafa Trisha Brown.

La exposición cuenta también con trabajos más recientes, como el de Steve McQueen, de quien se muestra un vídeo grabado desde un helicóptero alrededor de la estatua de la Libertad; la serie que la fotógrafa Zoe Leonard hizo en los 90 en el Lower East Side, o un conjunto del mexicano Gabriel Orozco, en el que destacan "Island within an Islan" (Isla dentro de una isla) y "Autun Umbrella" (Paraguas de otoño), de 1993.

Todos estos artistas encuentran un nexo común en el uso que hicieron de Nueva York, ha explicado Lynne Cooke, quien ve esta exposición como un ejemplo de cómo las ciudades pueden convertirse en "centros vitales" de artistas llegados de todas partes, "como ocurrió en el Berlín de los 90".

Cooke resaltó asimismo la serie de fotografías que Harry Shunk y Janos Kender realizaron de la exposición "Projects: Pier 18 (Proyectos: Muelle 18), que incluía obras de Gordon Matta-Clark y Richard Serra, entre otros muchos, que pasó por el MOMA y que en su momento fue calificada por la prensa como "la mejor obra de arte contemporáneo", ha explicado la comisaria.

El director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, ha destacado la "novedosa" propuesta de esta exposición, que estará abierta del 9 de junio al 27 de septiembre y cuya contemplación puede llevar a una "cierta melancolía".

Al museo, ha explicado Borja-Villel, le atraía la idea de rememorar los paisajes parisinos del principio de la modernidad, en el siglo XIX, que dejaron de tener una función cuando aparecieron los grandes centros comerciales, que "en la segunda mitad de siglo XX están en Nueva York".

Mostrar comentarios