El rejoneador venezolano José Luis Rodríguez abre la puerta grande de Tovar

  • Tovar (Venezuela).- El caballero rejoneador venezolano José Luis Rodríguez cortó dos orejas y salió a hombros por la puerta grande en la segunda corrida de feria de la Virgen de Regla, celebrada hoy en la ciudad venezolana de Tovar de los Andes occidentales.

El rejoneador venezolano José Luis Rodríguez abre la puerta grande de Tovar
El rejoneador venezolano José Luis Rodríguez abre la puerta grande de Tovar

Tovar (Venezuela).- El caballero rejoneador venezolano José Luis Rodríguez cortó dos orejas y salió a hombros por la puerta grande en la segunda corrida de feria de la Virgen de Regla, celebrada hoy en la ciudad venezolana de Tovar de los Andes occidentales.

El diestro español César Girón cortó una oreja y el venezolano Rafael Orellana realizó una emotiva faena que malogró con la espada, mientras el mejicano Alejandro Martínez pasó desapercibido.

Se lidiaron siete toros nacionales, seis de Campolargo terciados y diferentes de comportamientos; el séptimo para rejones de Rancho Alegre que aplaudieron en el arrastre.

La plaza registró un lleno cómodo.

Rodríguez dos orejas y petición de rabo.

Girón saludos y Orellana petición de oreja y ovación.

Martínez silencios y pitos.

El toro que abrió plaza derribó el caballo en el primer puyazo, llegó con poco recorrido a la muleta del mejicano que estuvo voluntarioso antes de tumbarlo de un bajonazo.

Al cuarto lo lanceó a su aire y lo llevó al caballo donde recibió buena vara de Alexander Bolívar, llegó boyante a la muleta del Queretano que intentó el lucimiento antes de matarlo con apuros.

Girón saludó con farol de rodillas y airosos lances a su primero, que recibió tres picotazos y lo cambiaron de tercio sin picar, valiente trasteo a un desrazado toro que despachó de pinchazo hondo.

En su segundo estuvo desangelado con la capa; con muletazos de rodilla lo llevó hasta los medios donde realizó emotiva faena a un toro de francas y largas embestidas, y pidieron el indulto que la presidencia no concedió.

Orellana recibió con primorosas verónicas aplaudidas por los tendidos. Con seis muletazos de rodilla lo llevó hasta los medios rematando con el forzado de pecho recibió aparatosa voltereta con la que salió mermado de facultades.

Se arrimó en varias tandas con la diestra y al natural el toro se vino abajo y lo despachó con la espada al tercer encuentro.

Con largas cambiadas de rodilla y verónicas intercaladas con chicuelinas lo llevó hasta los medios para rematar con revolera con doblones y ayudados por alto lo sacó al centro de la arena, donde cuajó meritoria faena acompañada por la música. Mató de pinchazo estocada y descabello.

Cerró plaza el caballero Rodríguez, que clavó arriba rejoncillos de castigo y banderillas a una y dos manos que aclamaron.

Lució la alta doma de su cuadra y terminó adornando el morrillo del burel con la suerte de la rosa, mató desde la cilla de certero rejón y paseó dos orejas.

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