El rostro menos conocido de Man Ray en una exposición en Valladolid

Valladolid.- El rostro menos conocido del variopinto e inclasificable artista Man Ray (1890-1976) ha dejado al descubierto en forma de pintura, escultura y fotografía una exposición inédita en España, inaugurada hoy en Valladolid y dedicada a quien pasó por ser "un renacentista del siglo XX".

"Fue un auténtico revolucionario, un genio que hizo de todo porque también cantó, tocó el cine, escribió y se anticipó a todos los movimientos que vendrían después: Fue un renacentista del siglo XX", ha manifestado a los periodistas Marisa Oropesa, comisaria de esa exposición promovida por el Ayuntamiento de Valladolid.

Algo más de doscientas piezas componen "Genio del siglo XX", un muestrario de algunas de las principales obsesiones de este creador estadounidense que con Marcel Duchamp y Francis Picabia formó en 1915 el movimiento Dadá neoyorquino, y que juntos han pasado por ser "los creadores de la modernidad", en palabras de Oropesa.

De todo ello da cuenta la exposición, con un fondo que en su mayor parte ha sido recientemente exhibido en la Tate Gallery de Londres, y que incluye las obras más representativas de los cinco periodos en que los críticos han estructurado la obra de Man Ray, básicamente conocido por su aportación a la fotografía.

El primer artista que hizo fotografías sin cámara fue Man Ray y que, junto a una de sus múltiples amantes, la también fotógrafa Lee Miller, crearon las célebres "solarizaciones", un proceso consistente en la aplicación de un determinado líquido en la fase final del revelado que difumina la imagen con fines artísticos.

La fotografía ocupa buena parte de "Genio del siglo XX", pero no como testimonio sino como soporte experimental para algunas de sus obsesiones, como fueron el erotismo femenino, próximo al sadismo, y también las manos y el cerebro, a las que dedicó buena parte de su producción.

En las dos estancias de la antigua iglesia de La Pasión cuelgan imágenes realizadas por Ray a Luis Buñuel, Salvador Dalí y André Breton, con quien publicó en 1937 el manifiesto "La photographie n'est pas l'art" ("La fotografía no es arte), así como retratos de grupo donde también aparecen Pablo Picasso, Juan Gris y Tristán Tzara, fundador del Dadaísmo que ya entrevió el propio Man Ray.

"Porque fue predadaísta, dadaísta, surrealista y preconceptual", ha precisado la comisaria de una muestra que podrá verse hasta el 20 de junio en la capital vallisoletana, y que refleja básicamente su actividad durante el periodo de entreguerras (1918-1939), el más fecundo de una trayectoria que concibió como "una sátira social".

Así pueden entenderse un pisapapeles con forma de priapo o de falo, fechado en 1920, y la escultura denominada "Homenaje al pintor desconocido", un pincel situado en su plena verticalidad como crítica al clima bélico que respiraba el mundo de entreguerras, plagado de tributos a los héroes anónimos que dejaron su vida en los campos de batalla de Europa.

Abundan los autorretratos de Ray en versión óleo y en fotografía, pero también en escultura como una donde convierte las lentes de sus gafas en barrotes de clara evocación carcelaria, así como los cuadros, a los que despojó de su tradicional mensaje de belleza para transformarlos en objetos dentro de la técnica denominada "Ready made".

Los visitantes también podrán apreciar una serie de siete litografías que, por su geometría y color, remiten al cubismo que posteriormente se desarrolló como movimiento estético y que, al igual que el surrealismo, pisó también este creador que amalgamó las corrientes de vanguardia de Europa y América fruto de sus continuos viajes y residencias en ambos continentes.

Antes que el expresionista Jackson Pollock (1912-1956), ha insistido Oropesa en la línea visionaria de Man Ray, éste utilizó el sistema 'dripping' o de chorro con pistola para proyectar la pintura previa a su manipulación con fines artísticos.

Roberto Jiménez