El Shangay Pride llena de "orgullo" la noche madrileña

  • Madrid, 5 julio.- Los primeros acordes de "I will survive" eran toda una declaración de intenciones del Shangay Pride, que con temas como "Born this way" o "It's raining men" preparaba al público para lo que se le venía encima, unas ocho horas de música ininterrumpida con la Terremoto de Alcorcón como madrina de ceremonias.

Shangay Pride arranca con un "photocall" a ritmo de "selfie"
Shangay Pride arranca con un "photocall" a ritmo de "selfie"

Madrid, 5 julio.- Los primeros acordes de "I will survive" eran toda una declaración de intenciones del Shangay Pride, que con temas como "Born this way" o "It's raining men" preparaba al público para lo que se le venía encima, unas ocho horas de música ininterrumpida con la Terremoto de Alcorcón como madrina de ceremonias.

Ataviada con una peluca bicolor, haciendo clara referencia a Mónica Naranjo, uno de los iconos del colectivo LGBT, interpretó el clásico "Desátame" entre vítores y aplausos. "Ella no puede estar aquí", dijo al comenzar la actuación.

A partir de ese momento no hubo pausa ni para el público ni para los técnicos, que recibieron con entusiasmo a todos y cada uno de los artistas que componían el cartel del Shangay Pride con una explosión de efectos luminosos.

Azúcar Moreno, de nuevo juntas sobre los escenarios y haciendo gala de su sangre gitana, entonaron "Punto de partida", su nuevo sencillo, seguido del "The magic of love" de Ivana Spagna.

Quien no se decidió a cantar su "single" más reciente fue Marta Sánchez, que entretuvo al público con cuatro temas ya conocidos, que mezcló con sonidos electrónicos.

"Yo quiero bailar toda la noche", decían Sonia y Selena en su canción, y así de contundente subió al escenario Sonia Madoc en solitario dispuesta a hacer que el público se contonease al son de la música durante horas.

Orgullosos y sin complejos, los asistentes al concierto corearon las letras de las "Nancys rubias", "las reinas del playback", tal y como se atrevió a calificarlas la Terremoto de Alcorcón, que con sus "Pelucas" hicieron que el público se desmelenara.

Si hay alguien que durante años ha sido una de las mayores defensoras del colectivo homosexual esa ha sido Alaska, que desde que subió a los escenarios durante la movida madrileña no se ha bajado.

Con su "A quién le importa" cerró la actuación de Fangoria, seguido de un dúo con el grupo liderado por su marido Mario Vaquerizo, que salió al escenario con un llamativo sombrero indio de plumas, para interpretar el tema "Chochonis".

Suena la canción de Eurovisión y el público se remueve inquieto en su sitio, se levantan en las gradas y aplauden la aparición de Boris Izaguirre y Topacio, que dieron paso a uno de los momentos más nostálgicos de la noche, un homenaje a las galas del festival.

Betty Misiego, Baracca, Azúcar Moreno, Soraya (vestida con el mismo traje que llevó en su actuación en Eurovisión) y Rosa López interpretaron los temas con los que defendieron a España en la gala europea.

"Europes living a celebration" dio paso a la invitada estrella de la noche, Conchita Wurst, que entonó el tema que la alzó como ganadora de la última edición de Eurovisión, "Rise Like a Phoenix".

Junto a Ruth Lorenzo, y tras su "Dancing in the rain", juntas animaron a los asistentes con un tema cargado de sentimiento.

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, no pasó desapercibida en el concierto. Su mención provocó abucheos en el público cuando la Terremoto hizo referencia a la polémica que generó la normativa del Ayuntamiento sobre el nivel máximo de decibelios permitido durante la celebración del pregón inaugural el pasado día 2.

"Yo no voy a dimitir, me quedo toda la noche", sentenció la artista.

La revista de referencia para la comunidad homosexual Shangay conmemoró sus veinte años de existencia con este concierto multitudinario en el estadio Vicente Calderón de Madrid.

María Roldán, Carlota Ciudad

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