Parece que el príncipe Harry y Meghan Markle no tienen intención de seguir las indicaciones de la familia real británica a pesar de las críticas que vienen recibiendo en los últimos meses. La pareja tiene muy claro cómo quiere llevar su vida y sus asuntos y no piensa dejar que nada ni nadie interfiera en ellos. Tan siquiera la mismísima Reina Isabel, a la que todos sus hijos y nietos guardan un gran respeto. Así, los duques de Sussex han vuelto a tener un mal gesto con la soberana, dándole además una muy mala excusa.
Tal y como señalan este jueves los rotativos ingleses, Meghan y Harry han hecho un desplante a la Reina al rechazar su invitación a pasar unos días con ella y el resto de la familia en el Castillo de Balmoral, su residencia de vacaciones en Escocia donde suele permanecer hasta el mes de octubre. Según la pareja, Archie es muy pequeño para viajar hasta allí, algo que choca con el viaje a Ibiza que hicieron hace algunas semanas, pues la distancia entre Londres y la isla pitiusa es mayor que la que hay a Escocia.
Y no solo estuvo en Ibiza, pues el pequeño también acompañó a sus padres a Francia donde se reunieron con el cantante Elton John, que era íntimo de Lady Di. De este modo, fuentes cercanas a los Windsor no entienden este comportamiento, sobre todo si su deseo es tener privacidad, pues en Balmoral está garantizada.
Esta iba a ser la primera vez de la exactriz en dicha residencia real, donde aún no ha acudido a pasar unos días de vacaciones, pues el año pasado tampoco fue al estar embarazada. Por lo tanto, habrá que esperar al próximo verano a ver si hay suerte.
Por su parte, William y Kate sí han acudido a la llamada de la Reina y a hace unos días fueron fotografiados tomando un vuelo hacia Balmoral. Además, también esta la princesa Anna, la hija de la Reina, y el príncipe Eduardo con su esposa, Sophie, y sus hijos. Igualmente, en el último mes también han visitado a la soberana Andrés de York, sus hijas y Sarah Ferguson.
Por lo tanto, Harry y Meghan son los únicos que han faltado al tradicional encuentro veraniego en Balmoral, un castillo que se viene utilizando como destino vacacional desde 1852. Se trata de una propiedad de más de 200.000 metros cuadrados donde hay tierras de cultivo y animales como ciervos, ponis y ganado.
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