"El último Elvis", del argentino Armando Bo, consigue el Premio Horizontes

  • "El último Elvis", del debutante realizador argentino Armando Bo, ha conseguido esta noche el Premio Horizontes del 60 Festival de Cine de San Sebastián, un galardón que el bonaerense ha agradecido al jurado por "jugársela".

San Sebastián, 29 sep.- "El último Elvis", del debutante realizador argentino Armando Bo, ha conseguido esta noche el Premio Horizontes del 60 Festival de Cine de San Sebastián, un galardón que el bonaerense ha agradecido al jurado por "jugársela".

"No era la típica película europea, ni tampoco era americana; finalmente, era argentina", ha dicho el director al recoger el premio que le ha entregado el presidente del jurado de la sección Horizontes Latinos, Jorge Drexler.

El jurado ha decidido otorgar además dos menciones especiales, a la película "Érase una vez yo, Verónica", del director brasileño Marcelo Gómez, y a "Después de Lucía", del mexicano Michel Franco.

Según ha explicado Drexler, al que acompañaron en el jurado los productores Fernanda del Nido y Sandro Fiorin, la decisión de otorgar el premio a Bo fue tomada por unanimidad.

Armando Bo ha celebrado este galardón por lo que significa de que su película "funciona y gusta".

Bo, que llegó al mundo del cine con apenas 17 años y a los treinta firmó el guión de "Biutiful" con Alejandro González Iñárritu, ha indagado los problemas de la falta de personalidad en su ópera prima.

La personalidad, o la falta de ella, está en el trasfondo de esta tragicomedia con la que el argentino, director de publicidad y guionista, y nieto de un histórico director, actor y productor de quien heredó el nombre además de la afición, se ha presentado a competición en la sección Horizontes Latinos.

"Para mí era importante hablar de esto, saber por qué alguien querría ser otra persona o tener ganas de hacerse famoso", ha indicado el director en una entrevista con Efe, realizada tras su estreno en San Sebastián.

También comentó que empezó este guión antes que el de "Biutiful" (en la actualidad trabaja de nuevo con Iñárritu para una nueva película, de la que no aporta detalles) y que tardó cinco años en sacarla adelante, algo que le vino bien para que "madurara y se solidificara la temática".

"Yo no quería hacer una película visualmente simple, sino que tuviera una búsqueda, una complejidad, un trabajo y una calidad de imagen importante".

Carlos Gutiérrez es un trabajador de una fábrica que toda su vida ha creído ser Elvis Presley; además, Dios le dio el "don" de su voz, que le permite ganarse un poco mejor la vida haciendo imitaciones del artista, pero está a punto de cumplir la edad que Elvis tenía cuando murió y no sabe qué hacer con su futuro.

Nicolás Giacobone, coguionista habitual de Iñárritu, también colabora con Bo en su debut, de la que el director mexicano es productor asociado, al igual que su padre, Víctor Bo, a quien Armando agradeció al recibir el premio.

También debutan los actores John McInerny (Elvis), que no dudó en adelgazar cuarenta kilos para encarar su personaje; Griselda Siciliani (su ex esposa) y la pequeña Margarita López (su hija, Lisa Marie), tres novatos que cargan con el peso de la película con tal solvencia que el director se reprocha no haberse dado cuenta antes de que había encontrado "al Marlon Brando argentino".

Por otro lado, "Después de Lucía", que ha sido seleccionada por México para representar al país en la convocatoria de los Óscar, aborda el bullying en un centro escolar de alto nivel, donde un grupo de adolescentes se ceba con extrema crueldad con una compañera recién llegada.

"Érase una vez yo, Verónica", es un filme existencialista, cuya protagonista absoluta, Hermilia Guédez compone a una joven que acaba de terminar la carrera de psiquiatría y vive sola con su padre (W.J. Solha), un anciano al que adora, mientras se pregunta sobre su vida, sus verdaderas ganas de ser médico y sobre su necesidad de casarse o tener hijos.

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