Soria.- La Diputación provincial se ha puesto el año 2012 como fecha tope para abrir definitivamente al público el yacimiento romano de Las Cuevas de Soria, un proyecto que está a falta de remates de convertirlo en museo.
En 1977 se firmó un convenio con la Junta de Castilla y León para proteger los restos arqueológicos y convertirlos en un atractivo turístico más de la provincia soriana.
El yacimiento, documentado por el arqueólogo Blas Taracena en los años 1928 y 1929, son las huellas de una villa romana de los siglos III-V, entre los que destacan sus mosaicos, de origen norteafricano en sus esquemas decorativos.
El presidente de la Diputación provincial, Antonio Pardo, ha reconocido hoy que se lleva "demasiado tiempo" hablando de la apertura del yacimiento romano y ha adelantado que antes de terminar el año se contratarán unas obras de urgencia para completar la inversión realizada en los últimos años.
El yacimiento, de 1.400 metros cuadrados, ha sido cubierto en los últimos años con una estructura de madera laminada para permitir una adecuada conservación de los restos y la visita al yacimiento durante todo el año.
La Diputación provincial ha detectado goteras en la cubierta, por lo que ha instado al Gobierno regional -que licitó las obras- a que pida a la empresa que proceda al sellado de las mismas y permita avanzar definitivamente al proyecto.
La corporación provincial, a través de los fondos FEDER, ha contratado a su vez la musealización del yacimiento, un proyecto que está actualmente en su fase final, según ha asegurado Pardo.
"Lo que pasa es que también los técnicos han comprobado que falta seguramente alguna inversión más", ha reconocido, en alusión a la necesidad de instalar un cortinaje especial en unas ventanas del edificio y en la protección de los aljibes, para evitar que las humedades del río Izana perjudique a los mosaicos romanos.
La Diputación provincial es propietaria de este yacimiento desde 1929, reconocido tres años después como monumento histórico artístico.
El germen de convertir La Dehesa en un museo se remonta a 1985, cuando el servicio de Arqueología de la Diputación provincial puso sobre la mesa esta propuesta.
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