Eloy Tizón se nutre del mundo de los sueños para su nuevo libro de cuentos

  • Ana Mendoza.

Ana Mendoza.

Madrid, 7 oct.- El escritor Eloy Tizón cree que la literatura "no es lugar de certezas, sino de inquietudes, dudas y corazonadas", y desde esa convicción intenta conmover e inquietar al lector con su nuevo libro, "Técnicas de iluminación", una serie de cuentos en los que lleva a los personajes "al borde del abismo".

Publicado por Páginas de Espuma, esta obra llega siete años después de "Parpadeos", su anterior libro de relatos. Un espacio de tiempo más largo de lo habitual quizá porque para Tizón (Madrid, 1964) escribir "es una tarea artesanal" y, como afirmaba hoy en una entrevista con Efe, no le gusta "publicar por publicar".

Eloy Tizón se ganó el prestigio como cuentista cuando a los 28 años publicó "Velocidad de los jardines", título de referencia en este género. Y, desde entonces, cada nuevo libro de este escritor es esperado con interés por los amantes de la buena literatura.

Los diez relatos de "Técnicas de iluminación" se mueven entre lo onírico y lo real, "entre contar historias o detenerse más a mirar, detenerse en determinadas texturas emocionales o visuales", explica Tizón quien, para sus textos, se alimenta "mucho" de sus propios sueños.

"Escribo mucho cuando sueño o sueño cuando escribo; algo así me sucede", asegura.

En estos siete años ha escrito más cuentos que los que aparecen en este libro, y las razones que debía reunir un relato para entrar en el proyecto era "esa presencia de la luz en el doble sentido: como elemento físico y como elemento metafórico".

"En todos los cuentos se produce un cierto momento de revelación, una cierta epifanía en la que el personaje encuentra una verdad sobre quién es que antes no tenía", señala el escritor que en su nuevo libro ha "exprimido un poco más a los personajes".

Y los ha llevado "a una situación difícil, al borde del abismo, para que sintieran vértigo", añade Tizón que cita entre sus maestros a escritores como Chéjov, John Cheever, Cortázar y Onetti.

En sus cuentos se respira una extraña normalidad y en muchos de ellos hay un cierto lirismo, como sucede en el primero, "Fotosíntesis", un relato sin argumento, "sostenido únicamente en la voz y en ese aire de vagabundeo que tiene la literatura de Robert Walser", a quien va dedicado.

Poco a poco, el libro va encontrando un desarrollo narrativo más claro, como se aprecia en el segundo, "Merecía ser domingo", al que pertenece la siguiente afirmación: "Triste pero forzoso es admitir que los besos no recibidos han hecho más por la literatura que los besos recibidos".

Y es que, como le dice a Efe, la literatura "se alimenta muchísimo de la ausencia, de ese canto a lo que no está, aunque otras veces sea más celebratoria".

El autor de novelas como "La voz cantante" o "Seda salvaje" se plantea el cuento como "un camino de búsqueda y exploración" y en cada uno de ellos va probando, "casi como cuando se va de viaje sin saber muy bien el destino".

Así le sucedió en "Ciudad dormitorio", uno de los relatos más inquietantes del libro, que empezó como una reflexión sobre el extrarradio de las grandes ciudades, hasta que "un sueño" se le cruzó por el camino.

"No tenía muy claro hacia dónde se dirigía el cuento, pero una noche soñé que un jefe me llamaba a su despacho, me entregaba una bolsa con algo dentro sin identificar y me pedía que me librara de ella. Cuando me desperté me pareció que era una situación buena para un relato porque había un vago aire de amenaza en ella", recuerda Eloy Tizón al hablar de este cuento que "casi roza lo fantasmagórico".

En uno de los relatos Tizón critica a los escritores, que "parecen anuncios de detergentes, no hay manera de distinguirlos: todos hacen una espuma parecida, antes de evaporarse tragados por el sumidero", afirma.

"Me sorprenden los escritores que publican constantemente y que tienen un cierto síndrome de escaparatismo, de estar constantemente publicando porque, si no, viven con el miedo de que se van a olvidar de ellos", le dice a Efe este autor para el que "entrar en esa neurosis es peligroso".

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