Elvira Lindo: Los apuros económicos de Manolito Gafotas se han democratizado

  • Cuando lo vimos por última vez en "Manolito tiene un secreto" (2001) los problemas financieros de la familia de Manolito Gafotas sonaban "pintorescos" en la sociedad española. Diez años después, el locuaz niño de Carabanchel regresa convertido en un adolescente cuyos apuros económicos "se han "democratizado".

Concha Carrón

Madrid, 8 nov.- Cuando lo vimos por última vez en "Manolito tiene un secreto" (2001) los problemas financieros de la familia de Manolito Gafotas sonaban "pintorescos" en la sociedad española. Diez años después, el locuaz niño de Carabanchel regresa convertido en un adolescente cuyos apuros económicos "se han "democratizado".

"En realidad, yo siempre había pensado regresar, pero no veía el momento", asegura en una entrevista con Efe su creadora, Elvira Lindo, para quien la actual coyuntura, "tan gris y desoladora", ha sido determinante para recuperar un personaje "fundamentalmente humorístico".

A la escritora le pareció "bueno" contraponer "el humor a todo lo que estaba sucediendo" porque en España el humor tradicionalmente ha salido "del hambre, de la miseria y de la desesperación", y asegura que, siguiendo esa tradición, decidió volver a un personaje "con unas raíces muy profundas en la literatura humorística".

Por las páginas de "Mejor Manolo" desfilan los personajes habituales de la familia más conocida de Carabanchel Alto con su hermano El Imbécil a la cabeza; la Chirli, su hermana; sus padres, Catalina y Manolo; su inseparable abuelo; Yihad, el chulito del barrio; el Orejones y, como no, su ex-novia, Susana Bragas-Sucias.

Lindo recuerda que cuando salió el primer libro, en 1994, la realidad económica del personaje le parecía "pintoresca" a mucha gente, mientras que ahora, diez años después, los problemas económicos de los García Moreno "se han democratizado", porque los tiene gran parte de la población, por lo que ella lo único que ha tenido que hacer es "ser fiel al personaje y dejarlo en su mundo".

En ese sentido, según la escritora, habrá gente que se sienta ahora "mucho más identificada" con Manolito Gafotas y sus circunstancias, aunque señala que el lado más tierno y humorístico del personaje ya tenía "muchos seguidores" que esperaban el regreso de una serie "que ha formado parte de su vida".

En "Mejor Manolo" su creadora ha permitido al personaje crecer y usar un lenguaje "un poco más sofisticado, con más guiños para el público adulto", aunque reconoce que Manolito sigue teniendo su esencia, y subraya que de toda la serie éste es el libro escrito "con más libertad", en el que se ha permitido fallos lingüísticos y gramaticales para respetar la identidad del personaje.

Manolito es, para su madre literaria, "un inocente que mira la vida con perspicacia", un niño de barrio cuya mayor virtud es su "imaginativa inteligencia verbal", un rasgo que, a su juicio, es el que más atrae del personaje a los lectores junto con el hecho de dejar "un buen recuerdo" de lectura compartida entre adultos y niños.

"Adoro a Mafalda", dice Elvira Lindo, aunque considera que su héroe infantil tiene una "tradición más antigua" que la vivaracha niña argentina creada por Quino, y opina que su "travieso de la literatura española", por el que recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1998, está más cerca de Mark Twain y su modo "de ver la infancia y escuchar a los niños".

"Los sentimientos, emociones y la manera de ver el mundo de Manolito son los míos; soy yo misma", asegura la también autora de "Lo que me queda por vivir", quien no duda en señalar, "aunque suene cursi", que quien escribe un libro en el que un niño habla en primera persona "ha preservado, de alguna manera, el niño que un día fue".

Ese, dice, quizá sea el motivo de que las historias de Manolito le salgan "tan naturales", razón por la que tampoco descarta continuar con la saga "si el libro gusta", algo bastante probable si se tiene en cuenta que a las pocas horas de publicar en su página de Facebook que las aventuras del niño regresaban entraron en la misma 20.000 personas.

Asegura que no está cansada del personaje, aunque en algún momento determinadas entrevistas en las que sólo le preguntaban por Manolito le hayan provocado "un hartazgo" y la hayan hecho ponerse "en guardia" con respecto a su principal protagonista infantil.

Ahora está "feliz" con su vuelta y revela que la "presión" de los lectores para el regreso de Manolito fue tal que en algún momento "parecía que hubiera abandonado a un niño de verdad".

Lo que no hará, puntualiza, es llevar a su protagonista hasta Nueva York, ciudad en la que reside "por trabajo" seis meses al año, porque "la esencia de Manolito está en Carabanchel Alto y ahí hay que dejarlo; no es ni Tintín, ni Willy Fog, es otro tipo de personaje y hay que dejarlo en su ambiente".

De momento, ella seguirá con su vida "nómada" porque, dice, "un sitio te sirve para curarte del otro", y se reconoce feliz con la victoria electoral de Obama tras unas elecciones que vivió "con mucha preocupación".

"La buena noticia es que ha ganado Obama, pero hay otra mucho mejor, que es que ha perdido Romney", asegura la escritora, quien afirma que, aunque "muchos demócratas americanos están muy decepcionados" por la pasada legislatura de Obama, éste "es un gran político".

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