Un empresario entre 'celebrities': Rosauro Varo, de los 'beach club' al VTC

  • Es uno de los empresarios jóvenes más prometedores de España, pues es capaz de negociar en todos los ámbitos y lograr éxito.
Amaia Salamanca
Amaia Salamanca
EFE

En los últimos meses, el nombre de Rosauro Varo ha estado de rabiosa actualidad, pues el conflicto entre el sector del taxi y el del VTC -vehículo de transporte con conductor- ha puesto en la palestra a este empresario sevillano, que a día de hoy es uno de los principales propietarios de licencias de este modelo de transporte que ha puesto en pie de guerra al taxi, con cerca de 2.000. No obstante, ese no es el único tentáculo de sus negocios, pues Varo tiene intereses en diferentes ámbitos en los que tiene también bastante éxito. Y, además de eso, es prácticamente una 'celebrity'.

Porque este sevillano que este año cumple los 40 empezó a ser conocido gracias al 'papel couché', pues siempre ha estado relacionado siempre con mujeres famosas. Las primeras con las que se le relacionó hace ya más de una década fueron Eugenia Martínez de Irujo y Vicky Martín Berrocal, con las que mantuvo fugaces relaciones. Pero en 2010 todo cambió cuando conoció en Ibiza a la actriz Amaia Salamanca. Ella estaba en su momento de máxima popularidad tras protagonizar 'Sin tetas no hay paraíso' junto a Miguel Ángel Silvestre, por lo que el romance acaparó numerosas portadas y titulares.

Así, se convirtieron en una de las parejas de moda de nuestro país, que se ha visto colmada en estos años con el nacimiento de sus tres hijos, Olivia, Nacho y Mateo. Si bien nunca han querido pasar por el altar, algo que no han considerado necesario para afianzar su unión, que permanece inalterable. Desde entonces, Rosauro se ha convertido en un personaje habitual de la crónica social, ya que ha acompañado a Amaia a presentaciones, photocalls y diferentes eventos relacionados con el cine. Por ejemplo, fueron una de las parejas protagonistas de la fastuosa boda de Marta Ortega y Carlos Torretta el pasado invierno en La Coruña.

No obstante, detrás de esa figura pública hay mucho más. Porque Varo es propietario de un imperio que puede sorprender, ya que tiene negocios en numerosos sectores. Aunque es el del VTC -a través de la sociedad Vector Ronda, una de las más fuertes- en el que más involucrado  está ahora, en estos años ha protagonizado algunas de las operaciones empresariales más relevantes de nuestro país. Y todo ello sin hacer mucho ruido, pues la discreción es una de sus señas de identidad.

Amigo de la 'jet set' y asiduo a Marbella

Rosauro Varo es licenciado en Derecho, aunque nunca ha ejercido como tal, pues es un emprendedor nato. Siendo menor de edad se encargaba de organizar fiestas en Sevilla que todavía se recuerdan, lo que ya daba pistas de hacia donde dirigiría parte de su futuro profesional. En su ciudad natal siempre ha sido muy conocido, ya que es hijo del doctor Rosauro Varo Baena y de Amalia Rodríguez Hernández, quien fuera abogada de la Junta de Andalucía y diputada en el Congreso por el PSOE. Tiene otros dos hermanos que, como su padre, se dedican a la medicina: Amalia, pediatra, y Nacho, traumatólogo en el Hospital Ruber Internacional de Madrid.

Él, por su parte, siguió los pasos de su madre, aunque cambió la toga por los negocios y con 27 años se mudó a Madrid para empezar a trabajar en la firma MP Corporación. Pero pronto dio un giro a su carrera y en 2011 se asoció con su amigo Javier Hidalgo -CEO de Globalia- y la hermana de éste para comprar el operador móvil PepePhone. Un negocio que le salió redondo, pues en 2015 vendieron la compañía a MásMóvil por 158 millones de euros, una operación con la que ambos se ganaron el respeto y la admiración del sector empresarial, que dejó de verles solo como a los 'cachorros de la jet'.

Ya que, a parte de Hidalgo, Rosauro es amigo de los hijos de Naty Abascal, Rafael -duque de Feria- y Luis Medina, Alonso Aznar, el jinete Álvaro Muñoz Escassi o Colate Vallejo Nájera. Con ellos y con sus amigos de Sevilla de toda la vida ha emprendido otros negocios, casi todos centrados en el sector de la hostelería. Por ejemplo, en la capital andaluza tiene las discotecas Boss y Lobby Room y locales de copas en La Antilla (Huelva) y El Puerto de Santa María (Cádiz). Si bien es en Marbella donde tiene el 'beach club' más famoso, Puro Beach, parada obligatoria de jet set cuando veranea en la exclusiva localidad malagueña. También es propietario de Salduna Beach en Estepona.

El ladrillo es otro de los sectores en los que tiene negocios. Rosauro es dueño de varias promociones inmobiliarios también en zonas de costa, como Zahara de los Atunes (Cádiz), Marbella o Puerto Cancún (México). Y prevé abrir pronto un hotel boutique en Sevilla. Pero eso no es todo, porque además también es docente, pues da clases en el Máster de Banca y Finanzas de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla

Aunque no lo parezca, todos estos negocios le dejan algo de tiempo para sus aficiones, entre las que el deporte ocupa un lugar muy importante. Le encanta el 'running' y ha corrido en varias ocasiones el famoso Maratón de Nueva York, además de jugar al pádel. Esta pasión por la vida sana la comparte con Amaia, que es toda una gurú fit. Además, como buen sevillano es amante de la Feria de Abril, donde tiene su propia caseta a la que invita a todos sus amigos. Tampoco se pierde la Semana Santa y las procesiones, que contempla en los mejores balcones.

En la capital andaluza, Rosauro posee una exclusiva vivienda de 1.200 metros cuadrados en pleno Barrio de Santa Cruz, aunque el matrimonio y sus tres hijos residen en Madrid en la exclusiva urbanización de La Moraleja, en un chalet con una parcela de 2.600 metros cuadrados. Así es la vida de un hombre que está llamado a ocupar un lugar muy importante, sino es que lo ocupa ya, en el mundo empresarial español. 

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