Semana del arte en Madrid 

El pobre arte español: mil artistas, 300 coleccionistas y 300 millones de euros

El "endeble" segmento contemporáneo nacional se plantea dar el salto a los NFT, formatos digitales tokenizados que no se puede tocar y que alcanzan precios disparatados.

En primer plano, una escultura de Chillida. Al fondo, de izquierda a derecha, obras de Antonio Saura. Miró y Antoni Tapiès en la galería Mayoral de ARCOMadrid 2021.
En primer plano, una escultura de Chillida, en la galería Mayoral de ARCOMadrid 2021.
Iñaki Etxarri

El icónico artista neoyorquino del Pop Art, Andy Warhol, lo tenía claro: "Hacer dinero es un arte, trabajar es arte y los buenos negocios son el mejor arte". Pero en España, que esta semana celebra la 'semana del arte'’ con un enjambre de ferias que se celebran en la capital -ARCOMadrid, Art Madrid, Hybrid Art Fair, JustMadrid, Drawing Room...-, el mercado y la industria del arte contemporáneo están en "crisis permanente", algo que se ha acrecentado durante la pandemia, según Jaime Sordo González, presidente de '9915. Asociación de Coleccionistas Privados de Arte Contemporáneo'. En España apenas existen 300 coleccionistas, unas 300 galerías y solo se mueven al año 300 millones de euros, "el 0,2% del mercado mundial y el 1,8% del europeo". Esto supone que de los más de 25.000 artistas registrados "podrán vivir del arte unos 1.000". 

"El mercado del arte contemporáneo en España es irrelevante a nivel mundial", sentencia el presidente de los coleccionistas privados españoles. En el año de la pandemia (2020), el negocio cayó un 44%, según el informe 'El mercado español del arte en 2021', realizado por Clare McAndrew, Marta Pérez Ibáñez, Isabel Niño Alfonso y Beatriz Niño Alfonso para la Fundación La Caixa. Aunque fuentes del sector aseguran que la cifra se ha reducido en un 80% a nivel nacional con el embate del SARS CoV 2, frente al 40% en Europa.

Uno de esos 'afortunados' 1.000 artistas que pueden vivir en España de sus creaciones es el jiennense Juan Francisco Casas (La Carolina, Jaén, 1976). Un fotógrafo, pintor y artista español que, entre otras cosas, recrea fotografías a gran escala en pintura al óleo sobre lienzo, así como a tinta utilizando solo un bolígrafo azul. Dibujos y pinturas son de estilo hiperrealista y la mayoría de ellas a gran formato. "Yo soy uno de los afortunados que puede vivir del arte, pero el porcentaje es ínfimo. Es muy complicado vivir del arte en nuestro país", reconoce Casas, que con la galería Renace, de Jaén, estará presente en JustMad, una de las ferias de arte emergente que se celebran la próxima semana en Madrid.

La situación del mercado del arte en España "podría ser peor, pero es difícil", considera Casas. "Ya ahora lo único que nos faltaba es la pandemia, que ha ralentizado todo, las ventas". El artista andaluz cree que "la situación del arte en España es muy precaria porque el coleccionismo es prácticamente inexistente en relación con otros países, no sé si estamos en el ránking del coleccionismo en España por detrás de Turquía o de Filipinas, porque, como digo, no existe el coleccionismo en relación con otros países y, además, el apoyo institucional es muy pequeño".

Con este panorama ARCOMadrid 2022 se celebra tras la pandemia en sus fechas tradicionales -la edición 'especial' del 2021 tuvo lugar en julio- del 23 al 27 de febrero y que será "casi normal" respecto a las que se llevaban acabo en la vida preCovid, aunque todavía no alcanzará las cifras de antes de 2020. Una feria que celebra su aniversario (40+1),y que reunirá en los pabellones 7 y 9 del Recinto Ferial de Ifema Madrid a un total de 185 galerías de 30 países. De ellas, 159 integran el Programa General, sumándose las secciones comisariadas: ARCO 40 (+1) Aniversario, con 19 galerías; Nunca lo mismo. Arte Latinoamericano, con 8, y Opening by Allianz, formada por 15 galerías.

ARCOmadrid sigue fomentando un nuevo coleccionismo por medio de diferentes iniciativas como el ya reconocido servicio gratuito de asesoramiento en la compra de obras durante la Feria, First Collectors by Fundación Banco Santander, que en sus doce años de trayectoria ha asesorado a más de 500 personas. Además, vuelve a potenciar el programa Young Collectors, que incorpora más de cincuenta jóvenes coleccionistas internacionales. Todo ello se suma al clásico Programa de Compradores Internacionales y el de invitados especiales, que traerán a Madrid a 300 coleccionistas y 200 profesionales de 40 países.

La directora de ARCOMadrid, Maribel López, repite que "el mercado del arte siempre está en crisis", pero se muestra optimista respecto a la edición de este año porque "hay muchas ganas de venir a ARCO con voluntad de comprar", considera. Juana de Aizpuru, la veterana galerista que creó ARCO hace cuatro décadas, sin embargo, pone los puntos sobre las íes: "Hay que tener vocación de héroe para hacer este trabajo en España. En lo económico seguimos siendo muy endebles". Esto es así porque es "de oferta y escasa demanda", según explica Sordo González.

El mercado del arte, cuentan, es 'un poco antiguo'. Galeristas, artistas y coleccionistas explican que "aquí para vender tiene que existir el contacto". Las ventas en las galerías se producen por un contacto entre el comprador y el ofertante, que es la galería, y éstas han estado cerradas durante un año y, además, no ha habido ferias desde principios de 2020 hasta mediados de 2021. "Lo 'online'’ en el arte casi no existe. Aquí lo que vale es el contacto personal", coinciden casi todas las personas que estarán presentes en ARCO. "Yo llevo 40 años coleccionando y soy de la teoría de que lo que no toco, no puedo comprarlo", asegura Sordo.

Pero en este 'viejo' sector se ha producido en el último año un 'tsunami' que puede cambiarlo y revolucionarlo todo. Actualmente hay inversores y coleccionistas que están apostando por el arte digital tokenizado. Los Non Fungible Tokens (NFT) ya compiten con el mercado del arte tradicional a precios que a veces baten verdaderos récords de cotización. El universo virtual del metaverso se ha abierto al mundo del arte y, por qué no decirlo, al negocio. El uso de 'blockchain' permite que cada obra sea única e imposible de copiar tras ser codificada y registrada para la posteridad, en millones de ordenadores al mismo tiempo. Este tipo de arte (NFT) es una auténtica revolución creativa que permite adquirir colecciones únicas e irrepetibles del nuevo CryptoART, que dio su verdadero pistoletazo de salida el pasado 11 de marzo de 2021, cuando Christie's organizó una subasta en la que Beeple, artista y diseñador gráfico norteamericano de 40 años, vendió su obra 'First 5.000 days', en realidad un archivo digital, un link, por 60 millones de euros.

Desde ese momento, el criptoarte comenzó a calar en la sociedad. Pero el coleccionismo tradicional no acaba de ver la 'revolución'. "No entendemos", dice Jaime Sordo, "que un archivo digital, un link, pueda valer tanto. No entendemos que algo no tangible tenga un precio tan alto. Una obra, una escultura, una pintura, la disfrutas en tu casa. La tocas, la ves, la admiras, pero soy muy escéptico sobre el valor artístico de un link. Hay que ver cómo se desarrolla, pero a día de hoy me parece una entelequia". Pero lo cierto es que esta industria de los NFT que combina la tecnología con el arte se ha disparado en el año 2021 en todo el mundo hasta cifras milmillonarias. En España, como en el arte tradicional, todavía estamos empezando, pero este martes 22 de febrero se presentará, en la sala 'iVigo Business Space' de Vigo (Pontevedra), la parte tokenizada de la obra del artista multimedia Elohim, que une a la pintura tradicional el metaverso tokenizando de su obra en NFT, 'La iluminación del Ser'. Durante toda la tarde del día 22, la sala gallega ofrecerá un espectáculo multimedia con docenas de pantallas digitales de alta resolución en las que el público podrá ver y oír los NFT multimedia de cada una de la veintena de obras pictóricas que están expuestas. "Será una experiencia única donde se podrá experimentar en directo un metaverso en el que coexistirán, de forma efímera, el mundo real y el virtual", dice el organizador, Ramón Suárez.

Pero mientas llega el metaverso, en España, más allá de los coleccionistas mediáticos y con grandes fortunas -como la familia Masaveu, los March, Carmen Thyssen o Juan Abelló-, apenas existen poco más de 200 personas que mantienen un compromiso continuado con el arte, compran obras de vez en cuando y visitan las ferias nacionales e internacionales. El coleccionista, cuenta el sector, "funciona con la pirámide de Maslow". Primero están las necesidades básicas, comer, vivir, la educación de sus hijos, comprarse un coche, una casa... Y al final, si le queda algo de dinero, "compra una o varias obras de arte". Ello sin contar las colecciones de las Fundaciones de las grandes empresas como Caixa, Santander o Endesa, que también "han reducido mucho su apetito artístico".

Además, la crisis del mercado del arte en España se ha intensificado porque "llevamos varios años en los que el coleccionismo institucional, el político, es igual a cero", sentencia el presidente de los coleccionistas españoles. Antes, en ARCO estaban presentes las 17 comunidades autónomas más Ceuta y Melilla. "Ahora no queda ninguna. Hay otras necesidades". Ya desde la crisis de 2008, los gobiernos autonómicos y los ayuntamientos redujeron su compra de obras de arte; ahora, con la pandemia, "ha desaparecido". Apenas quedan como inversores institucionales públicos con continuidad en ARCO, CA2M, de la Comunidad de Madrid, y el Museo Reina Sofía, dependiente del Ministerio de Cultura. Además, y casi como una 'hazaña', el Gobierno de Aragón invertirá 300.000 euros entre 2020 y 2022 para comprar obras de arte contemporáneo como apoyo a los artistas aragoneses. El Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación de Bizkaia y el Gobierno Vasco han 'ayudado' por su parte al Museo de Bellas Artes de Bilbao a hacerse con el 'Guernica' de Agustín Ibarrola, la obra ‘tótem’ de la pasada edición de ARCO en el mes de julio de 2021, por 300.000 euros.

Los compradores españoles consideran que todo coleccionista lo es por "amor y compromiso por el arte", más allá del valor monetario. El coleccionista, normalmente, "no quiere fotos, pretende pasar desapercibido, no se le identifica por nada. Ese es el coleccionista real". Y es que toda colección, cuenta Sordo González, "es un multiplicando y un multiplicador". El multiplicando es el número de años que se lleve coleccionando. A más años, más riqueza artística y un abanico más amplio, y el multiplicador, que es la capacidad económica del coleccionista. "Capacidad económica multiplicado por número de años, sale una colección".

Así, el sector del arte cree que para salir a flote es vital la recuperación económica. Que los países "aumenten su PIB, generen riqueza, que las empresas creen riqueza, que esos beneficios se plasmen en aumentos de sueldos". Toda la economía tiene que funcionar para que llegue algo al mercado del arte. "Si la economía no funciona, lo primero es comprar garbanzos, no obras de arte", explica un conocido galerista español. Por ejemplo, JustMad es, por su volumen, una feria, que se celebra entre el 24 y el 17 de febrero en el Palacio de Neptuno de Madrid, una feria más "asequible, desenfadada, amable y atractiva" para el pequeño coleccionista o el que empieza, que ARCO, "mucho más formal". Así, la directora de JustMad, Semíramis González, explicaba este jueves en la presentación de la feria cómo hace tres años, una maestra española que acababa de jubilarse, adquirió en la feria una obra de una joven artista por 3.000 euros. "Me dijo que pasó, le gustó y la compró. En vez de hacerse un viaje, compró un cuadro. Nunca había comprado arte y así inauguró su colección”. Es el mercado del arte en España, irrelevante a nivel mundial. 

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