El escultor Ángel Mateos obtiene el Premio Castilla y León de las Artes 2008

  • Valladolid, 18 mar (EFE).- El escultor salmantino Ángel Mateos ha sido galardonado hoy con el Premio Castilla y León de las Artes 2008, convocado por el Gobierno autonómico, dotado de 18.500 euros y que ha sido fallado este mediodía en el Real Monasterio de Nuestra señora de Prado, sede en Valladolid de la Consejería de Cultura.

Valladolid, 18 mar (EFE).- El escultor salmantino Ángel Mateos ha sido galardonado hoy con el Premio Castilla y León de las Artes 2008, convocado por el Gobierno autonómico, dotado de 18.500 euros y que ha sido fallado este mediodía en el Real Monasterio de Nuestra señora de Prado, sede en Valladolid de la Consejería de Cultura.

El premio distingue una trayectoria profesional que ha cuajado en "una obra independiente, con gran personalidad y fuerza expresiva", donde destaca la "monumentalidad y el carácter arquitectónico" de las propuestas de Ángel Mateos (Villavieja de Yeltes -Salamanca-, 1931-).

Así consta en el acta del jurado que ha presidido la directora del Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente, Ana Martínez de Aguilar, y del que han formado parte, entre otros, el músico Amancio Prada; el pintor José María González Cuasante y el historiador del arte Francisco Javier de la Plaza.

Ángel Mateos nació en el seno de una familia de canteros y constructores, oficio en el que se inició desde muy joven, y que le procuró bastantes conocimientos y técnicas que luego ha aplicado a su propia obra creativa hasta el punto de identificarla con uno de esos materiales: el hormigón.

Cursó estudios de Bellas Artes en Sevilla y en Madrid, pero pronto se radicó en Vitigudino (Salamanca), donde instaló un pequeño taller a partir del cual, en 1963, abrió una intensa carrera artística que le mereció numerosos premios en concursos nacionales de escultura.

Fue la década de los ochenta la que corresponde al momento de su plena madurez creativa, desde la convicción de que sólo con la libertad como persona se puede alcanzar la artística, razón por la cual abandonó sus frecuencias estancias en Madrid para instalarse en la ciudad de Salamanca.

Dedicó los años noventa a su material preferido: el hormigón, del cual dejó obras como la que en 1994 realizó en su pueblo, Villavieja de Yeltes, denominada "Obelisco" y que pasa por ser una de sus piezas predilectas.

Con motivo del IV Centenario de la Ciudad de Valladolid, firmó en 1999 la obra "Inversión VIII", su escultura más importante hasta la fecha tanto por dimensiones como por dificultad desde el punto de vista técnico.

En 2002 culminó en Doñinos (Salamanca) su gran proyecto: el Museo del Hormigón, que alberga toda su obra y donde ha dado por concluida su trayectoria artística.

Su obra ha sido galardonada, entre otros premios, con el del XXXVII Salón de Otoño de Madrid (1966) y el de Investigación en las Artes Plásticas (1979).

En anteriores ediciones, desde su institución en 1984, el Premio Castilla y León ha recaído mayoritariamente en pintores y escultores como Juan Manuel Díaz-Caneja (1984), Baltasar Lobo (1985), José Vela Zanetti (1987), Luis Saez (1990), José Sánchez-Carralero (1995), Esteban Vicente (1997), Modesto Ciruelos (1998), Cristóbal Gabarrón (2000), Venancio Blanco (2001), José María García Fernández "Castilviejo" (2002), Ana Jiménez (2003) José María Mezquita (2006) y José María González Cuasante (2007).

Abundan también los músicos como Antonio Baciero (compartido en 1985 con Baltasar Lobo), Cristobal Halffter (1986), la Comunidad Benedictina de Santo Domingo de Silos (1993), Claudio Prieto (1994) y Amancio Prada (2005).

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