Estrella Morente conquista y cumple el sueño de su padre de actuar en Viena

  • Viena.- Ya lo había advertido antes del concierto con el que se estrenó hoy ante el público de Viena: Estrella Morente llegaba a la capital austríaca "con ganas de conquista". Tras dos horas de intenso recital, la ovación de una sala de 1.800 asientos prácticamente llena, no dejaba lugar a dudas, Morente conquistó.

Estrella Morente conquista y cumple el sueño de su padre de actuar en Viena
Estrella Morente conquista y cumple el sueño de su padre de actuar en Viena

Viena.- Ya lo había advertido antes del concierto con el que se estrenó hoy ante el público de Viena: Estrella Morente llegaba a la capital austríaca "con ganas de conquista". Tras dos horas de intenso recital, la ovación de una sala de 1.800 asientos prácticamente llena, no dejaba lugar a dudas, Morente conquistó.

Estrella Morente ha cubierto con su actuación esta noche en el Konzerthaus de Viena la segunda etapa de una gira europea, en su primer contacto con el público tras la muerte de su padre y mentor, Enrique Morente, el pasado diciembre.

Una muerte que ha "roto la vida" de la cantaora, como reconoció en una entrevista con Efe. Sin embargo, pese a la pena, Morente salió a por todas en la capital de la música clásica, un escenario que ella misma aseguró considera "sagrado".

Entre otras cosas, porque su padre siempre quiso actuar en esta ciudad, un sueño no realizado que ella hoy, "como una prolongación de él", se encargó de cumplir.

El concierto comenzó con tono solemne. Un escenario en penumbra, con Morente y sus cinco músicos a contraluz, rodeados de humo, y con la cantaora cantando a capela.

A partir de ahí, Morente demostró durante dos horas que es una cantante versátil que se precia de "no cerrarse a nada".

Así, el escenario de la sala principal del Konzerthaus vio a la de Granada arrancarse por tanguillos, bulerías por soleás y cantes sin micrófono, cara a cara con un público poco acostumbrado a esos alardes de fuerza vocal.

Solos de guitarra de Montoyita y de El Monti, arranques por zapateados de El Popo, y el cante y las palmas de Quiqui Morente y Antonio Carbonell, acompañaron a Estrella Morente en su intento de que "los artistas flamencos y el flamenco tengan la oportunidad de formar parte" de un ciudad tan importante para la música como Viena.

"Es muy emocionante todo esto, está siendo un auténtico esfuerzo. Para estar ahí, que no te pueda el corazón, las emociones. Es muy difícil", reconocía la artista antes del concierto, en referencia a cómo le ha afectado el fallecimiento de su padre.

De hecho, finalmente, Morente se dejó en el tintero la interpretación del "Pequeño vals vienés", la re interpretación que Enrique Morente hizo de un tema de Leonard Cohen, basado a su vez en un poema de Federico García Lorca.

Una ausencia que la cantaora, ya tras el concierto, justificó en que "las emociones estaban ya muy a flor de piel".

Pero aunque el vals finalmente no sonó, no faltaron momentos de intensa emoción, como "La Estrella", compuesta por el propio Enrique Morente, o "Nostalgias", un tema que puso en pie a parte del público.

Antonio Sánchez Solís

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