A los 83 años, el Oscar se ha dado cuenta de que tiene las horas contadas si no consigue conectar con la audiencia más joven, que es la que en su mayoría llena las salas de cine. Y es que ya hace más de una década desde que el boom de Titanic consiguió reunir en 1998 a más 57 millones de estadounidenses delante del televisor para seguir la gala de los premios de la Academia en la que James Cameron se autocoronó "rey del mundo".
Desde entonces, y a pesar del leve repunte del año pasado gracias al regreso del monarca Cameron y Avatar, las audiencias han caído en picado, y con ellas, la recaudación publicitaria. De hecho, la edición 2008, que vio como el film de los hermanos Coen No es país para viejos se llevaba la estatuilla a mejor película, fue la menos seguida de la historia del premio desde que comenzó a televisarse. Sólo 32 millones de personas vieron en Estados Unidos como Javier Bardem levantaba el Oscar.
Por eso, para este año los organizadores han preparado una ceremonia más dinámica que las anteriores y les han dejado la responsabilidad de presentarla a dos de los actores de Hollywood con más futuro. Además, Hathaway y Franco, de 28 y 32 años, respectivamente, serán los conductores más jóvenes de los Oscar hasta la fecha.
La pareja tratará de divertir al público con sus excentricidades. Los maestros de ceremonias cantarán y bailarán disfrazados como los protagonistas de la película Grease, Olivia Newton-John y John Travolta, y recrearán la escena final de la película. Anne como Sandy tratará de reconquistar a un sorprendido James Franco, que se convertirá en el engominado Danny Zuko. Además, también tratarán de provocar las carcajadas de la audiencia reinterpretando las escenas más legendarias de películas como Rocky o Million Dollar Baby.
Pero el espectáculo en la gran noche del cine no dependerá únicamente de los presentadores. Por el escenario del Kodak Theatre de Los Ángeles pasarán Randy Newman, que interpretará We belong together de la película de Toy Story 3; Mandy Moore y Zachary Levi, que realizarán un dueto con la canción principal de Enredados; o Gwyneth Paltrow, que cantará Coming home, del filme Country strong.
Además, también se conoce la mayor parte de los artistas que entregarán las estatuillas doradas. Entre ellos destaca la presencia de Scarlett Johansson, Mila Kunis, Amy Adams, Reese Witherspoon, Russell Brand, Matthew McConaughey, Tom Hanks, Nicole Kidman, Jude Law, Annette Bening, Cate Blanchett, Hugh Jackman, Robert Downey Jr o Javier Bardem.
Sin embargo, si el año pasado la Academia guardó en secreto la participación de las estrellas juveniles de Disney, Miley Cyrus y Zack Efron, y de la saga Crepúsculo, Taylor Lautner, Kristen Stewart, en esta ocasión la sopresa podría ser la presencia de Robert Pattinson, el vampiro adolescente adorado por las quinceañeras de medio mundo.
Por si no fuera suficiente con darle mayor protagonismo a las estrellas juveniles, los organizadores de la gala han decidido hacer un espectáculo más visual, cambiando el escenario tradicional por una serie de escenarios de realidad virtual. El objetivo es que los anfitriones transporten a la audiencia en un viaje por la historia de Hollywood a través de seis escenografías diferentes. Los productores del evento, Don Mischer y Bruce Cohen, pretenden también rendir homenaje a los Óscar, con pequeños tributos a películas clásicas y momentos imborrables de galas pasadas.
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