Estrenan en Karlovy Vary la copia digital de una obra maestra de Milos Forman

  • La copia digitalizada de "El baile de los bomberos", una de las obras maestras del director checo-americano Milos Forman, se estrenó hoy en el Festival de Karlovy Vary.

Karlovy Vary (República Checa), 30 jun.- La copia digitalizada de "El baile de los bomberos", una de las obras maestras del director checo-americano Milos Forman, se estrenó hoy en el Festival de Karlovy Vary.

Este comedia, rodada en Checoslovaquia en 1967 en los inicios de su carrera cinematográfica, narra el baile organizado por unos bomberos en el pueblo de Vrchlabí, al norte de Bohemia.

En ese acto se va a condecorar a uno de los veteranos del gremio, y elegir a la Miss del pueblo, que le entregará el premio.

Con un reparto de actores profesionales muy limitado, parece que los extras toman las riendas de la película, con diálogos improvisados y llenos de chispa, lo que da mucha frescura y a veces un aire naturalista a la película, y construyendo un retrato fiel de la sociedad checa.

Sale a relucir también la fina ironía del cineasta, en sus ataques a la sociedad totalitaria de entonces, en la que se miden mucho las palabras y se fijan algunos clichés lingüísticos.

También se retrata la picaresca que lleva a robar los objetos de una tómbola, haciendo del hurto una costumbre enraizada y quizás haciendo verdad el dicho local de que "quien no roba al Estado roba a su familia".

El film refleja el tono sensual típico de las películas de Forman, en el mismo estilo que en "Amadeus", incluso con alguna escena idéntica, como los juegos amorosos debajo de una mesa.

"El original está en el archivo cinematográfico, y en esta copia digital se han corregido las rayas y otros defectos", dijo a Efe Jiri Bartoska, presidente del festival.

El material ha sido procesado por la fundación privada "Cesky Bijaky", ya que -en opinión de Bartoska- "parece que el Estado no se ocupa mucho de estas joyas del cine checoslovaco".

La película surgió como coproducción checo-italiana para evitar la censura estatal.

Al final, el italiano que la cofinanció, Carlo Ponti, no tuvo interés, y fueron otros cineastas, como el francés François Truffaut, los que ayudó a acabar el proyecto.

La película, sin embargo, fue puesta en una caja fuerte durante casi veinte años, ya que el régimen impidió su distribución.

Mostrar comentarios