Eurovisión aplaca la 'invasión oriental' en su primera semifinal con jurado

  • Desde el desmembramiento de la Unión Soviética y Yugoslavia, Eurovisiónse había convertido en patio de recreo de repúblicas que, con lasidentidades nacionales desperdigadas y aplicando el "divide yvencerás", hicieron dudar del peso específico de la calidad musical enEurovisión.
Mateo Sancho Cardiel/ EFE

Objetivo cumplido en la primera semifinal eurovisiva con jurado, celebrada esta noche en el Telenor Arena de Oslo: la invasión de los países del Este no ha podido con las candidaturas de Portugal, Grecia, Islandia y Bélgica de cara a la final del sábado 29 de mayo.

Desde el desmembramiento de la Unión Soviética y Yugoslavia, Eurovisión se había convertido en patio de recreo de repúblicas que, con las identidades nacionales desperdigadas y aplicando el "divide y vencerás", hicieron dudar del peso específico de la calidad musical en Eurovisión.

Después de que la Europa Occidental recuperara el año pasado, gracias a la introducción del jurado en la final, el triunfo con el noruego -aunque de sangre bielorrusa- Alexander Rybak, la EBU (Europe Broadcasting Union), organizadora del certamen, aún ha querido afinar la puntería en su 55 edición.

Efectivamente, 2010 no ha tenido incorporación de ningún país pero sí del jurado especializado también en las semifinales. Y no parece casual, asimismo, que se agolparan estos países orientales en la primera semifinal, única en la que España tenía derecho a votar a través del televoto.

Los diez países seleccionados, si bien siguen teniendo una amplia representación oriental, sólo han dejado entre sus siete eliminados a un país que no pertenecía a ese bloque: Finlandia.

Por lo tanto, Portugal -país que, por otra parte, suele otorgar sus 12 puntos a España- pasa a la final con la joven cantante Filipa Azevedo, que interpretó "Há Dias Assim" tema que bien podría situarse en una película de Disney.

El favorito en las apuestas para esta semifinal, el griego Giorgos Alkaios y Friends, sí entró en la terna de finalistas con su sirtaki techno "OPA!", y Tom Dice, quien siguió la tradición de Rybak con una balada folk, también encontró beneplácito compartido de jurado y televotantes: "Me And My Guitar" era, efectivamente, él con su guitarra.

Y la diva de la música disco y la saya amplia surgida de la fría Islandia, Hera Björk con "Je Ne Sais Quoi", no sufrió represalias por las complicaciones que ha traído a la organización el volcán Eyjafjalla.

Moldavia, el país que abrió la ceremonia con Sunstroke Project y Olia Tira con al ritmo de "Run Away", también competirá por el título el próximo sábado, así como Peter Nalitch y Friends, que aseguran haber inventado un nuevo estilo llamado Jolly Babury con "Lost And Forgotten", aunque suena a folk de toda la vida.

Desde Serbia -país que venció hace tres años- y apadrinado por Goran Bregovic, el muy rubio Milan Stankovic consiguió clasificarse con "Ovo Je Balkan", al igual que sus colindantes Bosnia Herzegovina con la muy convencional "Thunder And Lightning", de Vukasin Brajic.

Por último, Albania con la "femme fatal" disco un poco trasnochada Juliana Pasha consiguió que su efectiva "It's All About You" llegara a buen puerto, al igual que el no menos manido concepto de 3+2, que desplegaron, literalmente, sus "Butterflies" (mariposas) en el escenario en uno de los golpes de efecto más kitsch de una noche con propuestas estéticas discutibles.

Entre los no clasificados, el ángel en el que se encarna el "My Dream" de la representante de Malta Thea Garrett, las campesinas polacas comiendo manzanas a ritmo de "Legenda" o el vestuario vegetal -casi forestal- de la eslovaca Kristina Pelakova colaboraron a esta sensación.

Estonia -con su desubicado que no desdeñable acercamiento al pop británico "Siren"-, Letonia, con la dramática "What For?" y Macedonia, con Gjoko Taneski y su "Jas Ja Imam Silata", completaron la lista de siete eliminados de esta semifinal.

Esta preselección fue introducida por el Festival de Eurovisión en 2004 para evitar la excesiva duración de la final. Cuatro años más tarde, la EBU decidió que serían dos las semifinales al alcanzar la participación récord de 43 países.

Tanto los países que componen el "big four", que aporta casi todo el presupuesto del certamen formado por España, Reino Unido, Francia y Alemania, como el país anfitrión -tradicionalmente el ganador de la edición anterior-, quedan eximidos de las semifinales y acceden directamente a la final.

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