Expertos mexicanos descubren un códice indígena en un cristo en Andalucía

México.- Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) localizaron un códice indígena de la época colonial entre los materiales de un cristo perteneciente a la parroquia de Bornos en la provincia española de Cádiz, en el sur del país, informó ayer ese centro educativo.

La UNAM indicó en un comunicado que el códice fue encontrado en un cristo hecho de caña de maíz y cubierto con un tipo de cartón endurecido durante los trabajos de restauración en un proyecto de colaboración entre el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) y el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH).

El investigador del IIE y experto en escultura y pintura novohispanas Pablo Amador Marrero explicó que se trata del tercer cristo más antiguo de los documentados en todo el territorio de la Nueva España (lo que hoy es México), elaborado apenas unos años después de la caída de la Gran Tenochtitlan, la antigua capital azteca donde se asienta actualmente Ciudad de México.

Marrero señaló que el año pasado se encontraron en el moño del Cristo los fragmentos del códice mexicano, que fue usado como papel reciclado para cubrir la figura.

Pese a que el hallazgo muestra sólo fragmentos del documento, los expertos "han determinado que se trata de un códice colonial muy temprano (de alrededor del año 1540), de tipo tributario, en el que se anotaban los pagos en especie, como cacao o chiles, de una serie de personajes que llevan nombre".

Según los estudios, todo apunta a que el origen del este documento pictográfico, a una sola tinta, es Ciudad de México o las proximidades de Texcoco, localidad situada a unos 20 kilómetros de la capital mexicana.

Sobre el cristo, Marrero precisó que está hecho de "papelón" (especie de cartón hecho de papeles pegados) y caña de maíz, una técnica inventada en la Nueva España, donde confluyeron los saberes prehispánicos y los hispánicos, lo que permitía fabricar "cristos ligeros" para las procesiones.

Añadió que las figuras de gran formato como ésta, que llegan a medir hasta tres metros, pesan sólo de cinco a siete kilos y fueron creadas para el culto en procesiones como las de Semana Santa, y para ser transportados por una persona: el cura.

El estudioso dijo que el Crucificado del Capítulo de Bornos es una imagen de gran calidad, cuyo origen no ha sido precisado.

Aseveró que estas piezas se distribuyeron por todo el territorio novohispano y fue tanta la fama que alcanzaron éstas y otras piezas del mismo material, que fueron solicitadas en España.

Añadió que hace unos años se pensaba que existían en aquel país alrededor de 25, pero al día de hoy ya se han catalogado 79, muchas de ellas "muy tempranas, de los primeros años de la Conquista".

Marrero explicó que los investigadores españoles han descubierto la importancia de analizar las piezas americanas que llegaron a su país, debido a que "hay nexos y documentos" que ayuda a tener "una nueva visión de la obra que se conserva en México".