Exponen en Nueva York autorretratos de Rembrandt y Degas a los veinte años

  • La imagen que tenían Rembrandt y Degas de sí mismos a los veinte años podrá verse desde hoy en Nueva York a través de la exposición "Retrato del artista como un hombre joven", hasta 24 obras de pequeño formato en las que queda patente la influencia que el maestro holandés ejerció en el impresionista.

Nueva York, 23 feb.- La imagen que tenían Rembrandt y Degas de sí mismos a los veinte años podrá verse desde hoy en Nueva York a través de la exposición "Retrato del artista como un hombre joven", hasta 24 obras de pequeño formato en las que queda patente la influencia que el maestro holandés ejerció en el impresionista.

Susan Stein, la comisaria de la muestra, que se exhibe en el Museo de Arte Metropolitano hasta el 10 de mayo, explicó hoy a Efe que "a pesar de los dos siglos que separan a ambos artistas, coinciden en lo fundamental de su arte".

Así, tanto Rembrandt van Rijn (Leiden, 1606-1669) como Edgar Degas (París, 1834-1917), "se basan en la observación directa y son conocidos por la caracterización de sus figuras humanas a través de la penetración psicológica", detalló Stein.

En estos autorretratos, pintados cuando los dos tenían la misma edad, y entre los que figuran óleos, dibujos o grabados, se puede constatar la experimentación de Degas por primera vez con el potencial creativo de las repeticiones que, en su madurez, reproduciría en series como las de las bailarinas o los jinetes.

"Esta experimentación temprana, en la que Degas se inspira en el trabajo gráfico de Rembrandt y en sus innovaciones en la representación, dejó una huella en el francés que perduró más allá de su encaprichamiento juvenil con el maestro holandés", aseveró Stein.

En torno a 1850, cuando Rembrandt había sido redescubierto en Francia, Degas, frustrado por la rigidez de la Escuela de Bellas Artes de París, buscaba su propia identidad pictórica, para lo que viajó a Italia, donde permaneció tres años estudiando el trabajo de este artista y emulándolo en bocetos y grabados.

En ellos, plasmó la "inventiva gráfica" de Rembrandt, mediante una gama de tonalidades que abarcaban "desde las sombras sutiles hasta el contraste dramático entre la luz y la oscuridad", en palabras de la comisaria.

"Esta exposición ofrece la oportunidad de comparar los respectivos legados de ambos pintores", subrayó Stein, quien indicó que, mientras los autorretratos de Degas "se sumen en las sombras, como una metáfora de que fue casi un desconocido hasta después de su muerte", con los suyos, Rembrandt "se asegura una fama legendaria".

La muestra también incluye algunas obras de coetáneos de Degas, como Henri Fantin-Latour, que refrendan "que, a mediados del siglo XIX, el pintor impresionista no estaba solo en su admiración hacia Rembrandt", concluyó Stein.

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