La presidenta de las Cortes y de la Fundación Villalar-Castilla y León, que es la que organiza la muestra, Silvia Clemente, y el vicario en Hispania de los Dominicos, Juan Carlos Cordero, han presentado esta tarde 'Bellezas habitables' que traerá de la mano, además, dos actividades culturales, una mesa redonda sobre el arte de las vidrieras en las catedrales de Castilla y León que se celebrará el 9 de marzo, y un recital de poemas con acompañamiento musical, que se desarrollará el día 23 del mismo mes.
Clemente ha aplaudido una exposición "concebida" como una actividad dentro de la conmemoración del octavo centenario de la fundación de la Orden de los Predicadores, los Dominicos, por Santo Domingo de Guzmán.
La presidenta de las Cortes y de la Fundación, ha hecho un recorrido por todos los lugares relevantes de la vida de Santo Tomas en la Comunidad. Así ha incidido en su lugar de nacimiento, en el municipio burgalés de Caleruega (hacia el año 1170); también la población donde comenzó a estudiar, Gumiel de Izan, la universidad donde completó sus estudios universitarios, Palencia; y la ciudad donde comenzó su ministerio sacerdotal: el Burgo de Osma.
En Castilla y León, ha recordado Clemente, se encuentran también monasterios relevantes cercanos a la vida de Santo Domingo y de su familia, como el Monasterio de Silos o el Monasterio de la Vid.
Tanto la figura de Santo Domingo como el patrimonio histórico ligado a su actividad constituyen un patrimonio que es "necesario divulgar", motivos que han propiciado, a juicio de la presidenta de la Fundación, la puesta en marcha de esta exposición en la sede del Parlamento autonómico, un foro de "encuentro" de todos los ciudadanos que podrán presenciar de forma gratuita esta muestra de lunes a viernes en horario de 17.00 a 20.00 horas y los sábados de 11.00 a 20.00 horas.
Clemente ha valorado las 64 piezas que se exponen en el vestíbulo de las Cortes para indicar que se tratan de vidrieras y esculturas entendidas de una forma muy particular por estos dos artistas, uno --Iturgáiz-- "reiventa" e "interpreta" el mosaico tanto con piedras como con tesalas; mientras que Iribertegui ofrece en sus esculturas una visión "poética" de aspectos de la vida "mundana" y "tradicional".
Por su parte, el vicario en Hispania de los Dominicos ha agradecido que las Cortes y la Fundación Villalar "abran" sus puertas al arte dominico y muestre las piezas de estos dos "predicadores" que llegaban con su "arte" allí donde la palabra no era "capaz".
AUTORES
El dominico Miguel Iribertegui Eraso nació el 8 de agosto de 1938 en La Aldea de la Población (Navarra.) Doctor en teología y licenciado en Bellas Artes, desarrolló su actividad docente en diferentes facultades y centros (Salamanca, Puerto Maldonado en Perú, Segovia, Madrid, León, entre otras).
Miguel era músico, dibujante inspirado, escultor fértil, pero también poeta de "altos vuelos" y escritor de teología y filosofía desde los yacimientos de una "erudición plural" que no excluía prácticamente a ningún referente importante de la cultura.
Su producción artística es amplia, "pulcra" y muy "personalizada". Destacan los siguientes núcleos temáticos: los ángeles, todo lo referente a la Navidad, la Orden de Predicadores a la que pertenecía, el universo de lo pastoril, la tradición, y reproducciones de relieves realizados en la puerta de la Catedral de Oviedo.
Domingo Iturgaiz Ciriza, nacido en Villava en 1932, es reconocido internacionalmente en su faceta artística como creador de murales y mosaicos aunque también fue pintor y dibujante de arte sacro además de Profesor de Historia del Arte Cristiano en la Facultad de Teología de Burgos.
Sus murales de mosaico y vitrales adornan los paramentos de numerosos templos erigidos en España o los que se ubican en ciudades como Roma, Miami o El Salvador. Ha realizado exposiciones por ciudades de toda España y algunas en el extranjero.
De la obra en España destaca los que se encuentran en el Monasterio de Caleruega y en el Santuario de la Virgen del Camino en León. En este último, Iturgaiz asume el reto de decorar los interiores de las capillas del Seminario Mayor y Menor con un retablo de 96 metros cuadrados donde se aprecian ya señas de la forma pictórica del Beato Angélico conjugadas con inquietudes modernas de la obra de José Maria de Labra, pintor figurativo.
La modernidad de la obra reflejada en este santuario atrajo a numerosos personajes que contribuyeron a impulsar su obra.
La obra de Iturgaiz, según los expertos, se basa en abrir nuevos cauces al mosaico clásico usando para ello un colorido sobrio y diversos materiales -como tubos de bronce, elementos de carpintería o mármol laminado-. Todo ello da al mosaico un tono expresionista de raíz románica.
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