F. Aramburu: "Los autores vascos no escriben sobre ETA porque no son libres"

  • El escritor español Fernando Aramburu, que hoy ganó la séptima edición del Premio Tusquets por su novela "Años lentos", considera "llamativo, aunque justificable", que los autores en lengua vasca apenas hayan escrito sobre la violencia de ETA, y, si no lo hacen, es porque "no son libres".

Guadalajara (México), 29 nov.- El escritor español Fernando Aramburu, que hoy ganó la séptima edición del Premio Tusquets por su novela "Años lentos", considera "llamativo, aunque justificable", que los autores en lengua vasca apenas hayan escrito sobre la violencia de ETA, y, si no lo hacen, es porque "no son libres".

"Sus libros solo se difunden en el País Vasco, los leen unos cuantos centenares de personas y están subvencionados. Si abren la boca, se acabó la literatura de ese señor", aseguró Aramburu, tras hacerse público el fallo de este premio, dotado con 20.000 euros (casi 26.700 dólares), en la Feria del Libro de Guadalajara.

En la novela, premiada por mayoría, Aramburu (San Sebastián, 1959) recrea el nacimiento en el País Vasco del grupo terrorista ETA, que tantas muertes y sufrimiento causaría luego, a través de las experiencias de un niño cuyas vivencias se parecen mucho a las que tuvo el autor en su infancia.

En la rueda de prensa, Aramburu, que publica sus libros en castellano, se refirió a los que lo hacen sobre todo en lengua vasca, y lo dijo "no con rencor" sino "con pena, porque no son libres", según reconocen ellos mismos "en voz baja".

"Uno mira sus novelas, que son excelentes, pero transcurren en Praga, en Nueva York o en el Congo, como la última de Bernardo Atxaga", sin duda el novelista y poeta más conocido de cuantos escriben en lengua vasca y cuya obra está traducida al español y a numerosos idiomas.

"A Bernardo Atxaga le tengo un gran afecto, es una excelente persona, pero también es un símbolo, y eso es lo peor que le puede pasar a un escritor, mientras viva", afirmó el ganador del Premio Tusquets, antes de señalar que la literatura en lengua vasca "apenas existía hasta que algunos, como Atxaga, empezaron a escribir".

"No es un hombre con coraje, ha tocado el tema de ETA de manera metafórica, sin nombrar lo evidente: el sufrimiento y la sangre. No es un hombre libre, y todavía no se ha liberado; dice pero no dice, y no contenta ni a unos ni a otros", dijo el escritor vasco, que reside en Alemania desde 1985

El fallo del premio lo hicieron público miembros del jurado como los escritores Almudena Grandes y Juan Gabriel Vásquez, y la editora Beatriz Moura. El presidente del jurado, el novelista Juan Marsé, no ha podido viajar a México.

Según el acta del jurado, al seleccionar esta obra se ha valorado "la narración dickensiana de una infancia en los años sesenta en el País Vasco".

También valoró el que, "alternando las memorias del protagonista con los apuntes del escritor", la novela ofrezca "una brillante reflexión sobre cómo la vida se destila en una novela, la mediación y el trasvase entre recuerdo sentimental y memoria colectiva, en una escritura diáfana que, sin embargo, deja ver un fondo turbio de culpa en el marco de la historia reciente del País Vasco".

En la novela premiada hay "muchas vivencias" de la infancia del autor, aunque ha acudido a la ficción para narrar cómo surgió ETA y cómo "los curas de barrio" se encargaban de captar a los niños y adolescentes que veían "más aptos para la causa y los formaban para que cayeran en el abismo del terror".

Esta novela forma parte de un proyecto de largo aliento en el que Aramburu, uno de los escritores españoles más destacados de su generación, irá contando distintos aspectos del País Vasco.

Dejar testimonio escrito de algunas de las cosas que pasaron en su tierra "es una tarea cívica", dijo, que él ha decidido asumir. En el País Vasco ha habido "cientos de crímenes" debido a ETA, y eso "había que contarlo".

La aparición de la novela coincide con el anuncio del final de lucha armada realizado por ETA, pero Aramburu dejó claro que la tenía escrita "desde hace mucho tiempo".

"Nunca he consentido que ETA me marcara los ritmos de trabajo" aseguró este escritor, que no escribe sobre el grupo terrorista porque le resulte "un buen negocio literario", sino por los centenares de muertos que ha causado.

"He estado muy cerca de todo esto. He asistido a funerales, he perdido a amigos. A mí me ha afectado de una manera humana, no solo política. He llorado, y la mano me pide expresarme sobre todo esto. Además es una cuestión moral".

El escritor tiene el temor de que los autores de su generación "no estén a la altura en esta cuestión, es decir, que lo dejemos pasar por varias razones, por miedo hasta hace poco o quizá por el deseo de perder de vista esa etapa y el deseo de pasar página, de creer que se puede llegar a un punto cero de la historia y pensar que a partir de ahora todos vamos a ser amigos".

"No estoy de acuerdo con esto. Todavía hay gente que se puede sentir amenazada, la organización terrorista existe todavía", subrayó Aramburu, quien cree que ese deseo de "pasar página" está detrás del voto que se le da a los partidos independentistas en el País Vasco.

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