Fandiño cortó tres orejas y abrió la puerta grande en su debut venezolano

  • El matador de toros español Iván Fandiño cortó hoy tres orejas y salió a hombros por la puerta grande en su debut en Venezuela, en la segunda corrida de la Feria Internacional de San Sebastián en la ciudad andina de San Cristóbal.

Santiago Morales

San Cristóbal (Venezuela), 25 ene.- El matador de toros español Iván Fandiño cortó hoy tres orejas y salió a hombros por la puerta grande en su debut en Venezuela, en la segunda corrida de la Feria Internacional de San Sebastián en la ciudad andina de San Cristóbal.

Su compatriota Juan José Padilla también debutó en esta plaza con la suerte de espaldas, mientras que el venezolano Gregorio Torres "Maravilla" cortó oreja y estuvo entonado y voluntarioso toda la tarde.

Se jugaron toros nacionales de Rancho Grande y El Prado, aceptables de presentación y diferentes de comportamiento. Destacaron los jugados en segundo, tercero, quinto y sexto lugar.

La plaza registró cerca de tres cuartos de entrada, unos 10.000 espectadores. Los tres últimos toros fueron lidiados bajo luz artificial.

Los astados pesaron 480-455-480-460-475 y 490.

Padilla, petición de oreja y silencio.

"Maravilla", aviso y oreja.

Fandiño, dos orejas y oreja.

Abrió plaza Padilla dando lances valientes hasta los medios con intercaladas chicuelinas que fueron aplaudidas. Con dos puyazos cambiaron el tercio no sin que el jerezano dejara de adornarse en un quite por tafalleras al sacarlo del caballo.

Agarró los palos para clavar un par de poder a poder, y otro saliendo de las tablas.

Comenzó el trasteo de muleta con ayudados por alto que calaron en los tendidos. Tandas con la derecha y en redondo, rematadas con el martinete. Entró a matar por derecho enterrando la espada. El toro tardó en doblar y el palco no atendió la petición de trofeo.

Su segundo no dio el juego deseado, le costó ir a la silla, saliendo suelto de cada muletazo y el de Jerez optó por matarlo.

"Maravilla" saludó con templados lances rematados con airosa rebolera al primero de su lote.

El toro empujó en un largo puyazo y el público protestó. Tomó las banderillas para clavar los tres pares arriba, que el respetable aplaudió.

En la suerte de matar, trasteó en los medios con largas series por el pitón derecho y una por naturales en tono menor, para después fallar con el acero.

En el quinto, de Rancho Grande, el moreno estuvo bullidor con la capa. Dejó dos buenos pares al cuarteo y cerró con el del violín.

Con toreros doblones lo llevó al centro del redondel para torearlo con regusto por los dos pitones al son de la charanga.

Entró a matar con decisión y lo tumbó de estocada que premiaron con oreja.

Fandiño estuvo sembrado, toreando a la verónica hasta la boca del riego y rematando con pausadas tafalleras celebradas en los tendidos.

Con una vara cambió la suerte y volvió a lucir en los medios con templado quite con la capa. Emotivo péndulo y tres templadas tandas con la derecha, en la inmensa soledad de los medios al compás del pasodoble.

Montó la espada y la enterró hasta la cinta e hizo rodar al toro sin puntilla para quedarse con dos orejas.

Al que cerró plaza lo toreó con ángel a la verónica. El burel llegó con son a la muleta, lo que aprovechó el vasco para lidiarlo con reposo por los dos pitones con acompañamiento de la banda y la plaza en pie.

Se adornó con ceñidas manoletinas antes de clavar certera estocada y pasear otra oreja, saliendo en volandas por la puerta grande. Buen debut en Venezuela.

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