Farhadi: Aún me quedan muchas preguntas que plantearme sobre la familia

  • Tras lograr el Óscar por "Nader y Simin, una separación", el iraní Asghar Farhadi insiste con los problemas familiares en "El pasado", un tema sobre el que aún le quedan muchas preguntas que plantearse, afirma el realizador, que utiliza la vida cotidiana como excusa para criticar la sociedad.

Alicia García de Francisco

Madrid, 15 abr.- Tras lograr el Óscar por "Nader y Simin, una separación", el iraní Asghar Farhadi insiste con los problemas familiares en "El pasado", un tema sobre el que aún le quedan muchas preguntas que plantearse, afirma el realizador, que utiliza la vida cotidiana como excusa para criticar la sociedad.

Protagonizada por la franco-argentina Bérénice Bejo, que se llevó el premio de interpretación del Festival de Cannes, "El pasado", que se estrena mañana en España, es una continuación de "Nader y Simín", pero no una secuela. "Sigue el tipo de cuestiones que me planteo y que aún no me he respondido", explica el realizador.

En una entrevista con un reducido grupo de medios de comunicación, entre ellos Efe, tras presentar el filme en Cannes, Farhadi explica con calma que el hecho de hacer películas sobre la familia no es algo buscado, sino que le viene de forma inconsciente.

Pero es algo que le gusta. "Cuando hablo de familia, todos los espectadores tienen esa experiencia de tener una familia y los siento más cerca de mí".

Además, considera que si se observa desde fuera, la familia parece una entidad pequeña. "Pero cuando entras, te das cuenta de que es algo muy amplio, con hijos, hijas, madre, padre, tíos..las relaciones entre ellos son más directas, mientras que en la sociedad llevan una máscara".

Esas máscaras son las que trata de eliminar en "El pasado", la historia de Anne-Marie (Bejo), una mujer francesa con dos hijas, una de ellas adolescente, que se reencuentra con su exmarido para firmar los papeles de divorcio. Pero la llegada desde Irán del que fuera su esposo, Ahmad (Ali Mosaffa), supone una revolución para la nueva familia que ha formado junto a Samir (Tahar Rahim).

Una película que, como todas las de Farhadi, parte de un punto simple sobre el que luego empieza a dar vueltas y a complicar la situación y que se centra en relaciones "verdaderamente humanas", lo que le permite criticar la sociedad pero no el sistema.

De esta forma se salta la censura de su país, aunque reconoce que en estos momentos sería difícil que le permitieran realizar una película en Irán, pese a que ahora hay gente un poco "más abierta de mente".

Pero antes de realizar otra película, lo que quiere es que "El pasado" pueda ser vista en Irán.

"Si hay gente en el mundo con más derecho a ver mi película son los iraníes, porque es de allí de donde procedo. Las cosas que me dieron me hicieron un director de cine. Haría todo lo que pudiera para que ellos pudieran ver la película", asegura.

Una película que en principio iba a protagonizar Marion Cotillard, pero la actriz no pudo hacer el papel debido al sistema de largos ensayos que utiliza Farhadi, ya que tenía un compromiso para otra película.

Lo que hizo que se embarcara en el proyecto Bérénice Bejo, recién salida del éxito mundial de "The Artist".

Cuando Bejo empezó a trabajar se dio cuenta de que Farhadi había preparado todo hasta el más mínimo detalle.

"Yo no hice nada especial, excepto seguir a Marie en cada escena. Para mí él hizo gran parte del trabajo, eligió los vestidos, decidió el peinado y el maquillaje, cómo iba a parecer en cada momento, escribió el personaje y su personalidad, el hecho de que estaba siempre dudando, cansada, solo seguí el camino que él marcó", explica muy expresivamente la actriz.

Era la primera vez que Bejo dedicaba dos meses a los ensayos de una película. "Normalmente cuando llegas a un set no conoces a tus compañeros ni al director, después de un mes comienzas a conocer a tu personaje y es solo al final de la película cuando eres realmente bueno, pero se ha acabado y todo lo que has aprendido del personaje es demasiado tarde".

Bejo, toda energía y pasión, se deshace en elogios hacia la tranquilidad de Farhadi, hacia su forma de trabajar.

"Me permitía decirle si consideraba que algo no funcionaba. No es un dictador, es muy agradable, con algunos directores no puedes hablar", afirma la actriz, que compara al realizador iraní con su marido, el francés Michel Hazanavicius, que la dirigió en "The Artist".

Un forma de trabajar que parte de las emociones, explica Farhadi, que centra la historia en pequeños detalles que le permiten desarrollar la narración y que son esenciales para su avance.

Si tienes todo bien preparado y has analizado todas las posibilidades, "no tienes excusa para hacer una película mala", afirma Farhadi convencido.

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