Ferrea, Perera y Talavante salen por la puerta grande

Don Benito (Badajoz), 11 sep.- Los toreros extremeños Antonio Ferrera, Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante han salido hoy por la puerta grande de la recién inaugurada plaza de toros de Don Benito (Badajoz), en la segunda corrida de la feria de septiembre, en la que el torero de Puebla del Prior ha sido el triunfador con cuatro orejas y un rabo.

FICHA DEL FESTEJO.- Se han lidiado seis astados de Zalduendo de presencia justa, flojos, nobles y con recorrido. El primero ha sido pitado en el arrastre y al quinto se le ha pedido el indulto, que el presidente, Manuel Lucia, con buen criterio, no ha concedido, aunque sí la vuelta al ruedo.

Antonio Ferrera, ovación y dos orejas.

Miguel Ángel Perera, dos orejas y dos orejas y rabo.

Alejandro Talavante, una oreja y una oreja.

La plaza ha registrado una entrada cercana al lleno.

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TRES EXTREMEÑOS EN BUSCA DE LA PUERTA GRANDE

Ferrera, con un toro bien hecho pero flojo, ha arrancado los primeros aplausos en banderillas, caldeando el ambiente. Con delicadeza y cuidando los detalles ha intentado evitar la flojedad del astado, pero no ha sido suficiente.

Con el cuarto de la tarde, ha lanceado entré olés y ha puesto a la gente en pié en banderillas con recortes espeluznantes ante la cara del animal. Ha brindado a sus compañeros de terna y de rodillas ha iniciado una faena prodigiosa de entrega y torería.

Perera ha apechado con otro toro chico y anovillado, pero de arrancada boyante que ha ayudado al lucimiento del torero, ligando los muletazos por el pitón derecho, en una faena ejecutada al modo del dócil animal.

Con su habitual quietud y sus muletazos cambiados por la espalda, el de Puebla del Prior ha bosquejado una faena templada, limpia y aplaudida basada en la mano derecha, a un toro noble y con recorrido para que se pidió el indulto.

Talavante ha lanceado con suavidad a otro toro escaso de presencia y fuerza, pero que ha llegado a la muleta con buen son, lo que ha aprovechado para bordar los muletazos con la derecha y los naturales con la izquierda, ante un público entregado a la vistosidad del torero de Badajoz.

Con el que cerró plaza, que se arrancaba de largo, Talavante ha buscado la puerta grande, a pesar de que el astado ha mostrado su carencia de fuerza doblando las manos, obligando al matador a torear a media altura empañando la vistosidad de una faena con momentos brillantes.