Darín: "Esta película me ha enseñado a dudar de mi falta de fe"

  • El argentino Ricardo Darín reconoció en una entrevista concedida a Efe que el rodaje de la película "Elefante Blanco", dirigida por el bonaerense Pablo Trapero y en la que encarna a Julián, un sacerdote que lucha contra la pobreza en los asentamientos urbanos, le enseñó "a dudar" de su "falta de fe".

Miguel Ángel Moreno

Buenos Aires, 20 ene.- El argentino Ricardo Darín reconoció en una entrevista concedida a Efe que el rodaje de la película "Elefante Blanco", dirigida por el bonaerense Pablo Trapero y en la que encarna a Julián, un sacerdote que lucha contra la pobreza en los asentamientos urbanos, le enseñó "a dudar" de su "falta de fe".

"No soy creyente y mucho menos religioso", admitió Darín en el inicio del rodaje nocturno en Ciudad Oculta, una "villa" o barriada marginal al sur de Buenos Aires a la que se accede por las ruinas de un hospital abandonado en la década de los cincuenta a medio construir y que se llamó así por haber sido tapiada por la dictadura militar (1976-1983) para ocultar la miseria.

En "Elefante Blanco", el actor encarna a un sacerdote con gran compromiso social, para lo que conoció a varios "curas villeros" además de leer sobre otros, como el padre Carlos Mugica (1930-1974), cuyo ejemplo "sobrevuela la película" por haber iniciado en Argentina el movimiento de los sacerdotes tercermundistas u obreros.

Tanto el personaje de Darín como el otro sacerdote protagonista, al que da vida el actor belga Jérémie Renier, viven en el filme un proceso de crisis de fe.

"Esta película, conocer a los curas 'villeros' y su trabajo, me ha enseñado a dudar de mi falta de fe", explicó Darín que, pese a que señaló que no se ha convertido "de buenas a primeras en alguien creyente", sí indicó que durante el rodaje ha podido entender las razones de otros para tener fe.

"He empezado a comprender que el aporte que genera para la gente la creencia está relacionado con la vida que te haya tocado vivir, para muchos es la única puerta posible de salvación", aseguró el actor argentino.

A Darín el contraste "entre la riqueza de la Iglesia católica y los fieles" siempre le supuso un gran obstáculo para la creencia, aunque tras la experiencia de la película se planteó que no importa "quiénes sean las jerarquías" ya que no hay "nada más importante que la fe de la gente".

Conocer el trabajo de los curas "villeros", que trabajan en las zonas más deprimidas, ha sido para el actor una experiencia clave.

"Me he dado cuenta de que ellos han encontrado un equilibrio y están más próximos a la gente, ya que han decidido vivir de la misma forma que las personas a las que tratan de ayudar", recalcó.

A la hora de retratar a estos sacerdotes tan comprometidos, el actor consideró "arriesgado" su trabajo en el filme, ya que acertar "en la nota exacta" de cómo retratar a estos personajes no es "fácil".

"Se puede estar cerca y muy lejos al mismo tiempo", aseguró.

Darín destacó la tarea de rodaje en Ciudad Oculta, donde los vecinos participan de la filmación.

"Hemos notado la alegría que tienen al darse cuenta de que su trabajo es importante", explicó el actor.

Darín elogió a Trapero ("Carancho", 2010), al que calificó como "un explorador del cine", que "elige territorios no políticamente correctos para contar sus historias".

El actor, que ha rodado casi una veintena de películas en los últimos diez años y tres en 2011, aseguró que pese a su buen momento en las pantallas, echa de menos el teatro.

"Me gusta el teatro y lo extraño. Cuando no estoy haciendo teatro me falta algo", dijo.

Pese a reconocer que el ritmo de rodajes que lleva en los últimos años no es "cómodo", Darín aseguró que la nominación de "Un cuento chino" para el Premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana le "llenó de alegría", ya que la ve muy similar a uno de sus primeros éxitos, "Nueve reinas" (2000).

"Son películas que la gente las apuntala, las sostiene y las recomienda, y con 'Un cuento chino' está pasando eso", explicó el actor, que destacó el nivel de competencia al que el filme dirigido por Sebastián Borensztein se enfrentará en los galardones del cine español.

"Se las va a ver bastante duras, porque hay muy buenas películas, como la historia de Violeta Parra ("Violeta se fue a los cielos", de Andrés Wood)", aseguró Darín, que reconoció el "honor" de la nominación y anunció su presencia en la entrega de premios.

"Voy a estar allí, en los Goya", prometió.

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