A principios de mes, a pesar de su avanzada edad, participó en un teatro de París en un homenaje al cantautor Serge Gainsbourg junto a los actores Jane Birkin y Hervé Pierre.
"Uno quisiera que no se detenga pero se va a detener", confió Piccoli acerca del oficio de actor a Gilles Jacob, expresidente del Festival de Cannes que publicó un libro de entrevistas con el actor.
Renoir, Resnais, Demy, Melville, Buñuel, Godard, Hitchcock, Ferreri: Michel Piccoli actuó para todos ellos, pero lejos de limitarse a cineastas consagrados siguió descubriendo autores jóvenes, antes de lanzarse él mismo a la dirección a los 70 años.
"Tengo toda mi libertad -explicó a Les Cahiers du Cinéma- y eso me da la posibilidad de escoger, porque no estoy corriendo tras el primer o cuarto lugar en la taquilla. No me importa hacer cosas que no sean comerciales, que resulten peligrosas o negativas para mi carrera. Prefiero los prototipos a los modelos en serie. Más vale crear energía que matarse mutuamente o suicidarse en la decrepitud del confort".
Entre esos "prototipos" hubo algunos famosos: "El desprecio" de Jean-Luc Godard (1963), "Belle de jour" de Luis Buñuel (1966) con Catherine Deneuve, "Las cosas de la vida" de Claude Sautet (1969-70), "Topaz" de Alfred Hitchcock, "La gran comilona" de Marco Ferreri (1973), "Habemus Papam" de Nani Moretti (2011)... y 150 películas más!
Alto y apuesto hasta sus años de madurez, personaje enigmático y discreto acerca de su vida privada, Piccoli se ha deleitado cediendo a extravagancias que contradicen su imagen.
Nació el 27 de diciembre de 1925 en París, hijo de un padre violinista y una heredera de la alta burguesía. Una familia según él "egoísta, racista y nacionalista", lo cual probablemente haya gravitado en su constante rechazo de la burguesía.
Tras una primera actuación en "Le Doulos" de Jean-Pierre Melville (1962), el público lo descubre realmente al año siguiente en "El desprecio" protagonizada junto a Brigitte Bardot y rodada en la deslumbrante casa de Curzio Malaparte en Capri.
Para el surrealista Buñuel, actuará en "Diario de una camarera" (1964), "Belle de jour" (1966), "La vía láctea" (1969)", "El discreto encanto de la burguesía" (1972) y "El fantasma de la libertad" (1974).
Bajo la dirección de Claude Sautet explora el universo de la burguesía francesa ("La cosas de la vida", "Max y los chatarreros" o "César y Rosalie").
A principios de los años 70, rompe con su imagen de seductor y aborda papeles más originales, con personajes vulnerables o en situaciones límite: de proletario caníbal en "Themroc" de Claude Faraldo (1973), a homosexual suicida en "La gran comilona", pasando por dentista enamorado de una muñeca inflable en "Tamaño natural" (1974) del español Luis García Berlanga, para el que también fue protagonista en "París-Tombuctú" (1999).
"Cuando pienso en todos los monstruos que interpreté, todos aquellos asquerosos y pavorosos abismos, creo que para mí fue una forma de abordar mis secretos. Me psicoanalizo a través de mis personajes, al mismo tiempo que los psicoanalizo a través de mí", dijo en una ocasión.
Piccoli siempre se ha mantenido discreto acerca de su vida privada. Se casó tres veces: con la actriz Eléonor Hirt (con quien tuvo una hija, Cordélia), con la cantante Juliette Gréco y con la guionista Ludivine Clerc, con quien adoptó dos hijos, Missia e Inord.
La directora Agnès Varda dice de él: "Es un actor maravilloso que sabe disimular su oficio y como tiene el don de hablar sencillamente y con el tono justo no parece a priori muy impresionante, pero es innegable que la actuación de Piccoli siempre fue de una modernidad sorprendente".
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