Yvonne Blake, la mujer que vistió a Hollywood desde España, encandila N.York

  • Con cuna en Inglaterra y nacionalidad en España, Yvonne Blake vistió a las grandes producciones de Hollywood realizadas en territorio español, ganó un Óscar y cuatro premios Goya y hoy repasó de manera deliciosa su carrera en Nueva York en la conferencia "Dressing Hollywood".

Mateo Sancho Cardiel

Nueva York, 15 nov.- Con cuna en Inglaterra y nacionalidad en España, Yvonne Blake vistió a las grandes producciones de Hollywood realizadas en territorio español, ganó un Óscar y cuatro premios Goya y hoy repasó de manera deliciosa su carrera en Nueva York en la conferencia "Dressing Hollywood".

En el Fashion Institute of Technology, con el auditorio a rebosar, Blake recorrió una vida profesional en la que tan pronto diseñó para la Audrey Hepburn de "Robin y Marian" un espartano traje de abadesa "que no tenía nada que ver con Givenchy" como enfundó a Christopher Reeve el traje de "Supermán", pasando por trabajos con José Luis Garci o Vicente Aranda.

Nacida en Manchester en 1938, debutó vistiendo nada menos que ha Sofia Loren en "La Venus de la ira", de Daniel Mann. "Era una gran mamma italiana y la tuve que vestir con lo que encontré en un kibutz de Israel. No tenía el glamour de la ropa italiana pero daba igual porque ella tenía un cuerpazo. Y las grandes actrices están preocupadas del papel, no de su aspecto", explica en una entrevista con Efe.

Guarda grandes recuerdos también de Hepburn, de su fragilidad en ese rodaje en España con su director favorito, Richard Lester, y de cómo le recibió en su casa en Suiza y compartió con ella dudas sobre la maternidad.

"Estaba preocupada porque llevaba muchos años sin hacer cine, tenía 47 años y le preocupaba que se le viera alguna arruguilla", recuerda Blake.

"Supermán" fue para ella, pese al logro artístico de "conseguir que el vestuario no pareciera ridículo", un rodaje con más sufrimiento. "No me entendí bien con el director (Richard Donner) ni con la actriz (Margot Kidder), aunque sí con Marlon Brando y Gene Hackman", recuerda.

Y de otro, "super", "Jesucristo Superstar", recuerda que aquella ópera rock fue para ella "lo más parecido a vivir en una comunidad hippie".

"Cuando haces una película de época tú eres la experta en ese vestuario y ganas más premios. Cuando haces algo más cotidiano, todo el mundo opina y a veces tienes problemas si a la esposa del director no le gusta lo que has hecho", asegura respecto a sus trabajos más recordados, que no siempre son sus favoritos.

Hablando de premios, curiosamente señala el trabajo con el que ganó el Óscar, el que le llevó a recrear la corte zarista de "Nicolás y Alejandra", como el que menos le gusta de su trayectoria. "Lo veo ahora y no me gustan los colores. No ha aguantado bien el paso del tiempo", asegura.

Su preferido, en cambio, es el que realizó para el batacazo comercial de "Los fantasmas de Goya", de Milos Forman.

El Óscar fue junto al Premio Nacional de Cinematografía de España 2012, "las dos grandes sorpresas de mi vida". A la Academia de Hollywood le debe también que, cuando fue nominada por "Los tres mosqueteros", se sentó en la ceremonia al lado de Edith Head, la más famosa de las diseñadoras de vestuario de la época dorada del cine.

"Era una mujer encantadora, pero también una mujer con los cojones muy grandes", dice, y recuerda cómo Head se llegó a diseñar un collar con versiones en miniatura de los ocho premios Óscar que ganó por películas como "Eva al desnudo", "Un lugar en el sol" o "Sabrina".

Del Premio Nacional de Cinematografía lo único que no le gustó fue que se lo entregara el ministro de Cultura, José Ignacio Wert. "Es un hombre encantador, habla un inglés impecable y nos reímos mucho ese día. Pero no me gusta su política", concluye.

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