Foco científico y cultural en Portugal, la Gulbenkian busca notoriedad fuera

  • Sede de uno de los mayores institutos científicos europeos y foco cultural de Portugal, la Fundación Calouste Gulbenkian persigue esta década notoriedad internacional, dijo en entrevista a Efe su presidente, Artur Santos Silva.

Antonio Torres del Cerro

Lisboa, 28 abr.- Sede de uno de los mayores institutos científicos europeos y foco cultural de Portugal, la Fundación Calouste Gulbenkian persigue esta década notoriedad internacional, dijo en entrevista a Efe su presidente, Artur Santos Silva.

Creada por un filántropo millonario del petróleo, el armenio Calouste Sarkis Gulbenkian, la Fundación con sede en Lisboa y delegaciones en Londres y París se ha convertido, en sus más de cinco décadas de funcionamiento, en centro neurálgico de la vida cultural portuguesa y ha atraído a centenas de investigadores en las áreas de la biología e inmunología.

"Nuestra gran ambición es llevar la Fundación más hacia fuera en nuestras actividades más directas", manifestó Santos Silva, quien comentó que está en proceso la puesta en marcha de una estrategia en el área digital que posibilitará que los espectáculos y conferencias de la Fundación lleguen a varios países.

La emisión de actividades en "streaming" -reproducción en internet en directo- para acercar a los que no están físicamente en la Fundación es uno de los desafíos de la actual dirección, que ya impulsó la realización de películas de calidad sobre las exposiciones del centro.

"Todo lo que hagamos acabará por ir también a todo el mundo. Puedes estar en Berlín o en Bangkok y ver lo que pasa aquí", constató Santos Silva, responsable de la institución desde 2012.

Con una surtida oferta de exposiciones, desde la pintura a la fotografía, conciertos, sobre todo de música clásica, y una prestigiosa biblioteca de arte, la Gulbenkian, como se la conoce popularmente entre los lisboetas, busca asentarse como un punto de reflexión crítica y de diálogo multicultural.

Un centro de debate que ayude a "los protagonistas a entender el futuro" es uno de los objetivos más profundos y ambiciosos de la Fundación, reconoció su presidente.

Aparte de esta intervención en la sociedad como "think-tank", su papel en la cultura y la promoción del arte, la ciencia y la educación se mantiene como eje de las actividades de la Fundación, también preocupada, en tiempos de crisis, por cooperar con el Estado portugués en cuestiones como la Sanidad.

"Lo que pretendemos es, con nuestras iniciativas, estimular y desafiar al gobierno y a otros agentes públicos", agregó Santos Silva (1941), uno de los intelectuales más reputados del país que compagina su puesto en la Gulbenkian con la presidencia, sin funciones ejecutivas, del Consejo de Administración del banco BPI, uno de los mayores del país.

Entre las iniciativas que promueve la Fundación, el presidente destacó la labor en el campo de la investigación biomédica y de enseñanza de posgraduación que desempeña el Instituto Gulbenkian de Ciencia (IGC), que atrae a centenas de investigadores.

Actualmente, trabajan casi 400 en el centro, de los que 105 son extranjeros de 36 nacionalidades diferentes.

Orgulloso del trabajo en pro de la Humanidad desarrollado por el IGC, Santos Silva explicó que el presupuesto anual ronda los 20 millones de euros (27,6 millones dólares), de los que el 70 % está asegurado por los concursos, nacionales o internacionales, que ganan los investigadores.

Con una plantilla de unos 500 empleados y un presupuesto anual de unos 100 millones euros (138,3 millones de dólares) , la entidad es una de las doce mayores fundaciones del mundo y responde a los deseos filántropos de su fundador, el coleccionista de arte Gulbenkian (Estambul, 1869 - Lisboa, 1955), que se instaló por casualidad en Lisboa en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial.

Casi 60 años después de su muerte, las actividades petrolíferas y financieras exploradas por el fundador siguen asegurando el grueso de las necesidades económicas del centro, situado en medio de un jardín de inspiración oriental en una de las zonas más nobles de la capital lusa.

La dirección asume su compromiso con los deseos de Calouste Gulbenkian, sobre todo, en lo relacionado con el arte y la cultura.

"Es fundamental que (la Fundación) continúe contribuyendo para que la oferta cultural de nuestro país sea de calidad, pues la cultura es clave para la educación permanente del pueblo", concluyó Santos Silva.

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