Forsyth cree que la lucha contra los yihadistas "llevará mucho tiempo"

  • El escritor Frederick Forsyth cree que la lucha contra el radicalismo islámico "llevará mucho tiempo" y que la situación "irá a peor", admitió hoy en Londres con motivo de la publicación de "La Lista", su libro sobre la "caza" de un yihadista.

Viviana García

Londres, 17 feb.- El escritor Frederick Forsyth cree que la lucha contra el radicalismo islámico "llevará mucho tiempo" y que la situación "irá a peor", admitió hoy en Londres con motivo de la publicación de "La Lista", su libro sobre la "caza" de un yihadista.

Con una trama tan apasionante como las de sus otras novelas célebres, Forsyth, de 75 años, engancha a los amantes del "thriller" con un libro inspirado en el terrorismo islámico, centrado en la búsqueda sin descanso del "Predicador", un yihadista que predica por internet.

Por encargo de las autoridades de EEUU, al "Predicador" le persigue el "Rastreador", un militar estadounidense que tendrá a su disposición todos los recursos y la nueva tecnología a su alcance para dar con un terrorista cuyos sermones, emitidos desde un lugar desconocido, radicalizaron a numerosos jóvenes musulmanes.

En una entrevista con Efe en un hotel de Londres, Forsyth habló hoy de esta nueva amenaza para el mundo, muy distinta a la de la época de la Guerra Fría, cuando el "principal enemigo era la URSS".

"Hemos ido de una amenaza a otra. Pero siempre hay alguien que quiere lastimarnos, tal vez porque somos prósperos o democráticos", señaló el autor de "best-sellers" como "Chacal" y "Odessa", cuyo éxito en las librerías no ha minado su carácter, divertido y cercano con la gente.

La investigación que el escritor británico llevó a cabo para "La Lista" ("The Kill List", en inglés) le permitió conocer de cerca el trabajo de los servicios secretos, el uso de la cibernética para localizar a terroristas, saber de sus complots y también del avance del radicalismo islámico, como es el caso de Siria.

Esta lucha -dijo- "llevará mucho tiempo" e "irá a peor", pues la guerra civil en Siria ha "absorbido" a yihadistas de distintos lugares, que "se entrenan" allí y después vuelven a sus países.

Forsyth considera inexplicable entender cómo jóvenes musulmanes normales, que "juegan al fútbol o van al bar" se radicalizan de tal manera que deciden perpetrar atentados.

"No sabemos qué pasa cuándo se convencen de que tienen que matar en nombre de Alá. Sabemos que en este país los servicios secretos han frustrado un gran complot, hace cuatro semanas", dijo el escritor, que fue periodista y piloto de la Real Fuerza Aérea británica (RAF).

Es por eso que el escritor británico dijo justificar las escuchas que llevan a cabo los servicios secretos británicos y estadounidenses para combatir el terrorismo, al tiempo que considera al exempleado de la CIA Edward Snowden un "traidor" y "no un héroe".

Según Forsyth, hay "trillones de palabras" que circulan por el ciberespacio, pero que lo que interesa es "diminuto".

"Lo que hizo Snowden es una traición porque sabía cómo nos protegíamos", agregó el escritor, que comparó las revelaciones del exempleado de la CIA con darle la clave de la entrada de la puerta al peor de los ladrones.

Escribir "La Lista" le llevó entre seis y nueve meses, más el tiempo que necesitó para reunir datos concretos sobre material informático, armas y artilugios de los servicios secretos, además de viajar a países como EEUU, Pakistán o Somalia.

"La Lista" es el registro elaborado por las autoridades estadounidense cuyo objetivo es localizar y eliminar a los terroristas más importantes, como ha sido el caso del líder de la red Al Qaeda, Osama Bin Laden, al que EEUU prefirió matar en vez de sacarlo con vida de Pakistán.

"Lo podrían haber sacado vivo", pero los estadounidense querían evitar "un juicio" y que se convirtiera en "un mártir".

Aunque muchos de los personajes del libro son ficticios, otros están basados en personas reales, como es el caso de "Ariel", el joven informático que ayuda a el "Rastreador" a cazar al "Predicador" desde la pantalla de un ordenador, de la que no puede desprenderse pues padece del síndrome de Asperger.

Según Forsyth, este personaje está inspirado en el británico Gary McKinnon, un experto informático que padece Asperger y que consiguió entrar sin permiso en los ordenadores del Gobierno estadounidense.

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