La imponente fortuna de Tiger Woods a pesar de sus escándalos y adicciones

  • El golfista ha renacido de sus cenizas tras todos los problemas que tuvo en el pasado, los cuales no han lastrado su fortuna.
Tiger Woods posa con el trofeo Tour Championship
Tiger Woods posa con el trofeo Tour Championship
EFE

Este domingo, el golfista Tiger Woods volvió a tocar la gloria. Once años han tenido que pasar para que vuelva a hacerse con uno de los grandes torneos, en este caso el Masters de Augusta, con el que se hizo ayer por quinta vez en su carrera. Una victoria que marca un antes y un después en la historia de un deportista que fue todo pero también llegó a ser nada por las adicciones y escándalos. Eso sí, ninguno de esos problemas hizo mella en su impresionante fortuna.

Porque a día de hoy, Tiger Woods atesora un montante de 800 millones de dólares (más de 700 millones de euros), habiendo ganado el pasado año pasado 43,3 millones de dólares (38,2 millones de euros), de los que tan solo 1,2 millones corresponden a su salario en el deporte, según la revista 'Forbes'. El resto, más de 42, proceden de sus contratos publicitarios. Así, con este título recién ganado, su patrimonio se agrandará un poco más.

Tiger está entre las 10 celebridades más ricas de Estados Unidos, en el puesto número nueve de un ranking liderado por el director de cine George Lucas con una fortuna de 5.400 millones. Y es que el golfista de 43 años ha tenido una carrera que bien vale esa cifra, pues hace más de una década era una estrella mundial, el primer golfista que lograba una relevancia del nivel que un futbolista o un jugador de baloncesto.

El joven Eldrick -su verdadero nombre- ganó tres abiertos de Estados Unidos consecutivos antes de tener 20 años, lo que le convirtió en mundialmente famoso a una edad muy temprana. Y a partir de ahí todo fue a una gran velocidad. En 2004, contrajo matrimonio con la sueca Elin Nordegren y un año después se convirtió en el deportista mejor pagado del mundo con 87 millones embolsados. Pero después, todo se precipitó cuesta abajo.

En 2006 falleció su padre, una pérdida que le marcó profundamente y que hizo que en ese año no pasara el corte en un gran torneo por primera vez y aunque logró reponerse, nada volvió a ser como antes. Así, en 2009 tuvo un accidente de coche al salir de su casa que sirvió para desvelar los graves problemas matrimoniales que estaba viviendo a causa de sus adicciones.

Caída a los infiernos

Después de ese accidente, se desencadenó la tormenta para Tiger Woods. Porque meses después anunció su retirada indefinida de los campos de golf para intentar arreglar sus problemas familiares. El accidente que tuvo fue tras una grave discusión con su esposa, con la que ya tenía a sus dos hijos, debido a sus infidelidades y su adicción al alcohol. De hecho, Elin tuvo que romper el cristal del coche con un palo de golf para rescatar a Tiger, que se encontraba en estado de embriaguez.

Después de eso, numerosas mujeres salieron a la palestra para contar que habían mantenido relaciones con el golfista, lo que provocó que su esposa lo abandonara y que él tuviera que admitir sus adicciones al alcohol, al sexo y al juego. Una confesión tras la que se internó en un centro de rehabilitación para tratarse.

Pero eso no fue lo peor, porque este escándalo tuvo un importante coste económico para él. El divorcio de Elin es uno de los más caros de la historia del deporte, ya que le costó 750 millones de dólares (662 millones de euros), con acuerdo de confidencialidad incluido. Pero, además, todas estas turbulencias hicieron que algunos de sus principales patrocinadores le abandonaran.

Porque si años antes todas las marcas querían a Tiger Woods, en ese momento lo abandonaron en masa. Hablamos de firmas como Nike o Gatorade, lo que le restaba importantes ingresos, pues como hemos señalado la mayoría de ellos a día de hoy proceden de la publicidad. Otras no le dejaron en la estacada, como EA Sports o Gillete, pero redujeron las colaboraciones con él.

La remontada, hasta llegar al título de Augusta, no ha sido fácil, pues tiempo después llegó a ser detenido por conducir bajo los efectos del alcohol y su nueva pareja, la esquiadora Lindsay Vonn, también lo abandonó por sus infidelidades. Pero el pasado año empezó la remontada y logró hacerse con la victoria en el Tour Championship, la cual ha tenido continuación en 2019 con el Masters de Augusta.

Ahora, Tiger vuelve a estar cerca de quien fue algún día y vive plenamente centrado en el deporte y en sus hijos. Su caída a los infiernos le sirvió como gran lección, pues además de haberle hecho ver lo mal que estaba llevando su vida, aplacó su carácter superficial y prepotente. Ahora es mucho más humilde, trata a todo el mundo por igual y se lo toma todo de una forma mucho más relajada. Sabe relativizar tanto la derrota como la victoria, algo que solo se aprende cuando has perdido todo. 

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