Fotógrafo del 23-F cree que aún hay zonas oscuras que deben ver la luz

  • Uno de los fotógrafos de la Agencia EFE que cubrió el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, Manuel Hernández de León, ha considerado hoy que "aún hay zonas oscuras" de ese momento de la historia de España que "tienen que salir a la luz".

Cebreros (Ávila), 20 feb.- Uno de los fotógrafos de la Agencia EFE que cubrió el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, Manuel Hernández de León, ha considerado hoy que "aún hay zonas oscuras" de ese momento de la historia de España que "tienen que salir a la luz".

Antes de pronunciar una conferencia titulada "Crónica de las imágenes y del sonido del 23-F", Hernández de León ha afirmado, en declaraciones a los periodistas, que el paso del tiempo permite llamar la atención sobre algunos aspectos de la historia que "aún no se saben", aunque "lamentablemente, los que vivieron ese momento están desapareciendo".

Protagonistas de ese momento crucial de la historia de España como Sabino Fernández Campos, Milans del Bosch, Rodríguez Sahagún o Alfonso Armada ya no pueden ser una fuente directa para los investigadores, como tampoco el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez.

En la localidad natal de Suárez, Cebreros (Ávila), ha tenido lugar la intervención de Manuel Hernández de León, en el museo dedicado a la Transición.

Ante dos de los hermanos del expresidente Suárez, Ricardo y José María, Manuel Hernández de León ha recordado que quince días antes del golpe, él mismo fue a entrevistar a Antonio Tejero a su domicilio y que le pilló "en pijama".

Sin embargo, Tejero no tuvo inconveniente alguno en dejarse fotografiar y en responder a algunas preguntas, para negar su vinculación con la denominada Operación Galaxia, un plan golpista de 1978.

Ha confesado, en este punto, que se vio "sorprendido" cuando oyeron los disparos en el hemiciclo durante la sesión de votación como presidente de Leopoldo Calvo-Sotelo.

Sin embargo, le sorprendió aún más encontrarse con la cara del teniente coronel Tejero, porque lo primero que pensaron era que los disparos eran de un comando de ETA, que "en ese momento, estaba matando de continuo".

Su instinto le hizo protegerse la cara con la cámara, pero inmediatamente después se puso a disparar y cuando un guardia civil le pidió que le entregara el carrete, echó mano en la bolsa que llevaba consigo a uno que tenía en blanco, para camuflar el bueno en su ropa interior.

"Tejero se vino abajo" al verse en las portadas de los periódicos, ha recordado, a la vez que ha incidido en que ese hecho y las fotografías que difundió la Agencia EFE hicieron que, en su rendición, el entonces teniente coronel de la Guardia Civil pusiera tres condiciones.

Hernández de León ha dicho que estas condiciones fueron entregarse a un mando superior, exonerar a los guardias civiles bajo su mando y que no hubiera fotógrafos de EFE. EFE

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