Franco,Freud o Einstein,una visión contemporánea de La Adoración del Cordero

Madrid, 4 jul.- "La Adoración del Cordero", el políptico de del siglo XV icono del arte occidental, viaja seis siglos y llega al Museo del Prado de la mano del artista Eduardo Arroyo, en una visión contemporánea en blanco y negro que incluye, entre sus numerosos personajes, a Freud, Einstein, Van Gogh, Pinochet o Franco.

Eduardo Arroyo (Madrid, 1937) expone su personal visión de "La Adoración del Cordero", la tabla flamenca realizada por los hermanos Hubert y Jan van Eyck y que se conserva en la catedral de Gante (Bélgica), y plantea la reflexión sobre el sentido actual de esa obra.

"El Cordero Místico" es el título de la exposición que desde hoy y hasta el próximo 30 de septiembre se puede ver en El Prado, dentro del programa de la pinacoteca madrileña "Otras miradas".

Veintiún enormes dibujos recrean, en tamaño natural, los paneles de la obra de los "padres de la cultura al óleo", en palabras de Arroyo, así como 30 piezas del trabajo preparatorio del artista, como si de su propio taller se tratara.

Son dibujos a lápiz sobre papel vegetal compuesto por los 21 paneles que componen el retablo original y que reproduce un preciso contorno de las figuras, que son transformadas en su contenido.

Los dibujos de Arroyo rodean otra tabla de la época, "La fuente de la Gracia", de 1430 y conservada en el Museo del Prado, que es una obra inspirada también en "La Adoración del Cordero" que fue realizada por la escuela de Jan van Eyck.

La muestra incluye una pantalla interactiva que permite al visitante comparar los múltiples detalles y personajes de la tabla flamenca de Gante con la versión del artista madrileño, todo ello recreando el ambiente de una capilla.

Y es que los personajes de "La Adoración del Cordero" se convierten en personajes contemporáneos, conocidos o anónimos: Adán y Eva aparece vestidos con ropas actuales; la Virgen y San Juan leen a "Rojo y Negro" de Stendhal o "Ulysses" de James Joyce; y los coros evangélicos se convierten en "golden girls", un homenaje "a todos aquellos que les ponen música a nuestros cuadros", según el artista.

Los caballeros que se dirigen a adorar el Cordero adoptan la fisonomía de dictadores como Mobutu, Pinochet, Pol Pot o Franco, mientras que los eremitas y peregrinos de Van Eyck se transforman en emigrantes o exiliados como Sigmund Freud o Albert Einstein.

Caín esgrime un revólver para matar a Abel y Van Gogh y Oscar Wilde son dos santos, "dos soldados muertos en la batalla de la cultura y el arte", ha indicado Arroyo.

Pero el cambio más destacado de la tabla es la transformación del personaje central, el cordero, en un tejido poblado de moscas, insectos que son la "marca" del artista y que se encuentran también presentes en otras tres piezas de la exposición.

"No hay burla, ni nada grotesco o sacrílego" en su obra, ha sostenido Eduardo Arroyo, que aunque ha reconocido que "no es un himno a la cristiandad", ha asegurado que, sin duda, se trata de una "reflexión espiritual".

La obra de Arroyo es, según el comisario de la exposición José Manuel Matilla, "lo que podría verse hoy en un políptico": los dictadores, los que sufren los efectos de las dictaduras o cómo el dinero es el promotor del desarrollo.

"Es un fresco de la época que me ha tocado vivir, al igual que la obra de Van Eyck reflejó la suya de una forma bastante realista", ha considerado Arroyo, que lo realizó como "un encargo a mí mismo".