Madrid.- El decano de los toreros en activo, Carlos Escolar, "Frascuelo", sigue vistiéndose de luces a los 62 años y observa con gran tristeza y amargura que "Francia nos va a arrebatar nuestra fiesta nacional", porque ahora está acogiendo las corridas de toros "con respeto, cariño y mucha grandeza".
En una entrevista con Efe, "Frascuelo" se ha lamentado de que no hayan servido de nada los medios que se han puesto para evitar que el Parlament prohibiera las corridas de toros en Cataluña.
Famoso por sus verónicas y toreo de capote, considera que el país vecino está adquiriendo "las virtudes de la afición española" y, ahora es el momento de "fijarnos y copiar" cómo su afición está tratando el arte de la tauromaquia. "No podemos perder la fiesta popular, es nuestra", ha dicho.
Este sábado, "Frascuelo" se volverá a enfundar el traje de luces para torear, precisamente, en Francia, donde compartirá cartel con Mario Alcalde, "la nueva revelación del toreo", ha asegurado.
El más veterano del escalafón taurino actual ve con "cierto pesimismo" el futuro de la llamada "fiesta nacional". "Existe interés por conservarla, pero al mismo tiempo no se la respeta".
A sus 62 años, el matador, que consiguió su primera Puerta Grande en Las Ventas en 1990, dice que el colectivo del mundo taurino ha "consentido y permitido" que la afición catalana, que tanto quiere y admira a la actual figura del torero José Tomás, se "diluya".
Con pena desvela que los toreros son "solidarios" para cosas ajenas, pero "muy dejados" para sí mimos y sus intereses. "Deberíamos estar más unidos", reflexiona, y las asociaciones de matadores, banderilleros y picadores "movilizarse" más para defender las corridas de toros.
"Aún no tengo constancia de que estas agrupaciones estén luchando, y ya es tarde", ha asegurado Frascuelo, quien cree que es el momento de que la familia del toro se implique al máximo para defender "nuestra cultura, nuestra tradición y nuestras raíces". De lo contrario, las corridas de toros "se acabarán", vaticina.
"Siento de veras" la prohibición de los toros en Cataluña, comunidad, "en la que he vivido momentos mágicos y extraordinarios con una afición entregada y que ahora no se merece que se le prive de la libertad cultural", subraya.
Desea que el anunciado recurso de la Plataforma en Defensa de la Fiesta ante el Tribunal Constitucional permita parar "ese cáncer que intenta expandirse por otras comunidades" y devolver a Cataluña "el derecho de disfrutar del arte del toreo".
Se siente "orgulloso" de que a España se le identifique por las corridas de toros y no por los fuegos artificiales. Según él, es muy difícil que no haya un festejo taurino en una fiesta popular, ya que "los toros están íntimamente ligados a estas fiestas".
Parece que cuando se habla de fiesta del toro es una "juerga" exclusiva de los toreros que se ganan la vida con ella. Sin embargo, es un "arte" con el que los matadores no nos identificamos ni como "guerreros" ni como "maltratadores".
De momento no tiene previsto torear en el coso de Barcelona, sino en Francia, donde el próximo mes de agosto recibirá un homenaje por su larga trayectoria profesional.
Mientras recuerda con cariño las faenas en la Monumental, desvela que los primeros toros bravos que llegaron a España "entraron", curiosamente, por Cataluña, tierra a su juicio de gran "tradición taurina".
Al torero madrileño le han salido los dientes en el mundo del toro y ha visto cómo otros hombres han "dado la vida" por los toros. Sigue en activo porque ama su profesión y espera poder reencontrarse con "su" público en "su" plaza, Las Ventas, aunque aún no tiene ninguna corrida firmada.
Carmen Martín
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