"Gabor", un documental sobre la ceguera que "abre los ojos auténticos"

  • El director argentino Sebastián Alfie ha conseguido lo imposible: quiso rodar un documental especial que explicara los problemas de los ciegos que viven en el altiplano boliviano y por el camino encontró a Gabor, un director de fotografía retirado que "le abrió los ojos auténticos".

Madrid, 11 sep.- El director argentino Sebastián Alfie ha conseguido lo imposible: quiso rodar un documental especial que explicara los problemas de los ciegos que viven en el altiplano boliviano y por el camino encontró a Gabor, un director de fotografía retirado que "le abrió los ojos auténticos".

Y no en sentido figurado, ha explicado a Efe el director, sino absolutamente, porque Gabor, al que contrató para la película de su mismo nombre, es ciego.

"Ha sido muy enriquecedor -ha dicho Alfie-, un viaje en el sentido de que uno es de una manera cuando sale y de otra cuando vuelve".

El director empezó a trabajar por encargo en un documental sobre la ceguera en el altiplano boliviano cuando, "por casualidad", dio con Gabor Bene, un director de fotografía húngaro (Budapest, 1953) afincado en Barcelona y ciego desde hace doce años por un glaucoma.

"Creo que fue una casualidad, pero me he dado cuenta de que las casualidades hay que saber aprovecharlas", afirma el cortometrajista, que se estrena en el largo con este documental.

Alfie desconocía, cuando le conoció, que acabaría pidiéndole que rodasen juntos, una aventura que fue calificada por el resto del equipo como "de locura" o "misión imposible" (según refleja el propio documental) y que este invidente "mágico" -Gabor es capaz de iluminar planos y encuadres solo con su memoria visual- acabaría por captar las historias que el director quería contar.

"Los protagonistas tienen cada uno un documental en sí mismo. Ten en cuenta que algunos son ciegos, porque no han tenido la posibilidad de acceder a un diagnóstico", cuenta el director, que ha mezclado los ingredientes con una enorme dosis de sentido del humor.

La experiencia, dice, "también me ha servido para darme cuenta de que el sentido del humor es una receta infalible para superar cualquier obstáculo y he aprendido mucho también sobre mis propios prejuicios".

"Nos hemos encontrado con una realidad tan inesperada, tan humana, que nos ha hecho poner nuestros propios problemas en dimensión: te das cuenta de que a veces te preocupas por nimiedades", explica el director, nacido en Buenos Aires en 1971 y hoy vecino de Madrid.

"Creo que el espectador se pregunta todo el rato qué haría él en el lugar de estas personas, qué harían ellos para superar un problema como el suyo, si tendrían o no la fuerza; la gente sale emocionada y a la vez pensando, porque te toca fibras que llevan a hacerte preguntas", ha dicho el bonaerense.

La película, que fue premiada hace un año en la Seminci de Valladolid y también en Málaga, se estrena en las salas comerciales el próximo viernes.

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