Gaitas y tambores resuenan en el castillo de Edimburgo durante su Festival

  • Cada noche, en el marco del Festival Internacional de Edimburgo, nueve mil espectadores acuden al castillo de la capital escocesa para presenciar el "Royal Edinburgh Military Tattoo", un espectáculo de percusión, gaitas y danzas, a cargo de quince bandas de música militares y civiles.

Cristina Gallardo

Edimburgo (Reino Unido), 11 ago.- Cada noche, en el marco del Festival Internacional de Edimburgo, nueve mil espectadores acuden al castillo de la capital escocesa para presenciar el "Royal Edinburgh Military Tattoo", un espectáculo de percusión, gaitas y danzas, a cargo de quince bandas de música militares y civiles.

Este concierto, que se ha convertido en una de las actuaciones más conocidas de Escocia, comenzó en 1948, cuando el alcalde de la ciudad pensó que sus habitantes necesitaban recuperar el ánimo tras la Segunda Guerra Mundial.

Desde entonces, cada agosto, el "Tattoo" vuelve al castillo de Edimburgo, una antigua fortaleza que se erige en el centro de la ciudad, con nuevas bandas de música y un tema distinto.

La edición de este año está dedicada a conmemorar el Jubileo de Diamantes de la reina Isabel II, sus sesenta años en el trono, según explicó a Efe David Allfrey, director general y productor del "Tattoo".

Desde el pasado día 9 y hasta el 2 de septiembre, el espectáculo recorre cada noche la historia del Reino Unido desde la época de los pictos, uno de los primeros pueblos que habitaron Escocia, pasando por los reinados de Isabel I, Victoria y la Revolución Industrial, y terminando con la coronación de la reina Isabel II.

Varios cañonazos inauguran el espectáculo, y atraen la mirada sobre la puerta del castillo, por la que cruzan quince bandas de gaiteros y percusionistas de países como Reino Unido, Australia, EE.UU, Canadá o Noruega, ataviados con los famosos "kilts" o faldas de estampados escoceses.

A continuación, jóvenes de familias militares de la escuela Queen Victoria interpretan danzas escocesas, que dan pie a la recreación de la era agraria en el Reino Unido.

Los espectadores pueden ver después cómo el escenario se llena de barriles de whisky, mientras los bailarines narran brevemente la historia de esta bebida.

A continuación, cincuenta músicos y vocalistas de la Banda de las Fuerzas de Defensa de Australia hacen un recorrido musical desde las melodías de la época colonial hasta los últimos éxitos de Kylie Minogue.

La era industrial está representada por unos bailarines vestidos de soldadores, llamaradas de fuego y sonidos de fábricas.

La banda europea del Ejército Naval de EE.UU., formada por trompetistas y tambores, interpretan varias melodías de películas de superhéroes, mientras Superman, Spiderman, Batman o el Capitán América aparecen proyectados sobre la fachada del castillo.

El salto a la era digital corre a cargo de una banda suiza de percusionistas, mientras la fachada del castillo se ilumina de rojo y sobre ella surgen las cifras del código binario y fragmentos de lenguajes de programación.

La escena final, la coronación de la reina Isabel II, se ilustra con imágenes de ese acontecimiento histórico y proyecciones de la abadía londinense de Westminster, mientras una réplica de su corona recorre la arena con las quince bandas de gaiteros tocando a su alrededor.

El espectáculo finaliza con las notas de "Scottish Brave", una canción patriótica considerada uno de los himnos no oficiales de Escocia, el estallido de los fuegos artificiales y el público de pie dándose la mano, el momento "más emocionante" de la noche, dice Allfrey.

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