La pasada noche, Nueva York acogió a la flor y nata del mundo de la moda, el cine y la música. Todos reunidos en el Metropolitan Museum of Art (MET), que celebraba su gala anual con lo más granado del panorama internacional. Este evento se caracteriza por unir moda y arte para recaudar fondos para mantener el museo, lo que da lugar a los looks más osados, impactantes y sorprendentes.
Cada año se elige una temática acorde con la exposición que se vaya a estrenar, y este año el tema iba de religión. El próximo jueves 10 de mayo se abrirá al público la muestra 'Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination' ('Cuerpos celestiales: la moda y el imaginario católico'), que tiene a la religión católica como protagonista, de modo que la noche de ayer tuvo presente a toda la iconografía propia del catolicismo.
Vírgenes, reinas, Juanas de Arco, papisas, sacerdotisas e incluso Jesucristo estuvieron presentes por medio de los estilismos que lucieron estrellas como Rihanna, Madonna o Zendaya. Si bien hubo algunos asistentes que parece que no querían llamar demasiado la atención; más bien al revés. Y entre ellas están las integrantes del clan familiar más televisivo de los últimos tiempos, las Kardashian.
Contra todo pronóstico, las cuatro Kardashian que asistieron al avento pasaron totalmente desapercibidas, con looks que podríamos verles en cualquier otra ocasión con menos boato. Incluso hasta para salir a cenar se visten de forma más llamativa. Pero algo debió ocurrir anoche para que Kris Jenner, la matriarca, Kim Kardashian, la más mediática de la familia, Kendall Jenner, la cotizada modelo, y Kylie Jenner, la benjamina que además ha sido madre recientemente, optaran por una discreción nada habitual en ellas. Eso sí, discreción entre comillas, porque hay que entender que para lo que ellas es discreto para muchos de nosotros puede resultar un exceso.
Empezando por la más famosa del clan, Kim, ésta optó por un vestido de Versace en corte sirena totalmente ajustado y con un pronunciado escote de lentejuelas doradas a modo de espejos que, como único símbolo católico llevaba dos cruces grabadas. Un vestido 100% Kardashian que, obviando el color, es posible verle cualquier día.
Por su parte, la cotizada modelo Kendall Jenner optó por un 'total look white' firmado precisamente por la firma Off-White, un estilismo compuesto por un mono de pantalón de campana en palabra de honor y el escote en tul. Un diseño elegante y favorecedor que no tenía mucho que ver con la religión.
La pequeña del clan, Kylie, no se complicó demasiado y eligió un vestido negro de palabra de honor confeccionado en terciopelo con una abertura debajo del pecho firmado por Alexander Wang. Quiso poner el toque original con unas gafas tamaño 'minimal' que no tenían nada que ver ni con el vestido ni con la velada. Un look que cuesta comprender.
Por último, la madre de las famosas hermanas, Kris, quizá fue la que más se acercó a la temática religiosa, con un vestido con falda de plumas y pedrería en el pecho en forma barroca. Pero aún así tampoco acertó, aunque no desentonó del todo con su Tommy Hilfiger.
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