Garanca afirma que también las rubias con ojos azules pueden cantar repertorio español

  • Madrid.- Con "Habaneras", la mezzosoprano letona Elina Garanca quería probar que "las rubias con ojos azules" de 1,80 también pueden "con el repertorio español", una broma que tiene algo de cierto porque, confiesa en un encuentro con Efe con motivo del lanzamiento hoy del disco, le "encanta" romper estereotipos.

Garanca afirma que también las rubias con ojos azules pueden cantar repertorio español
Garanca afirma que también las rubias con ojos azules pueden cantar repertorio español

Madrid.- Con "Habaneras", la mezzosoprano letona Elina Garanca quería probar que "las rubias con ojos azules" de 1,80 también pueden "con el repertorio español", una broma que tiene algo de cierto porque, confiesa en un encuentro con Efe con motivo del lanzamiento hoy del disco, le "encanta" romper estereotipos.

"Habanera" (Deutsche Gramophon) está inspirado en la "música gitana" y en la popular española, con arias de la "Carmen" de Bizet, piezas de zarzuela, opereta alemana, de Montsalvage o de Falla, que ella canta acompañada por la Orquesta Sinfónica de la RAI y el guitarrista José María Gallardo del Rey, dirigidos por Karel Mark Chichon, su marido.

"Quería romper con el prototipo de que alguien como yo solo puede cantar, por ejemplo, papeles wagnerianos", explica Garanca, de quien hoy también se publica el DVD de su interpretación en el Metropolitan Opera House con Roberto Alagna de "Carmen", un papel que arrostra como las pasiones, entregándose sin reservas y haciendo alarde de su magnífica técnica, timbre vocal y talento dramático.

"Puedo cantar, y lo he demostrado, papeles temperamentales 'del sur' y también quería mostrar que cuando la gente piensa en los gitanos muchas veces piensan en 'Carmen".

En "Habaneras", dice Garanca (Riga, 1976), se puede ver claramente que cada compositor, de Asenjo Barbieri a Ravel pasando por Chapí o Bernstein, tiene "su propia idea" de la música popular, de "los gitanos", una etnia con la que ella vincula en buena parte el género musical que da nombre al CD.

Sobre la zarzuela, que le fascina, opina que no es que sea un género "mayor o menor"; es, simplemente, "enorme", aunque dicho esto, matiza que "es muy difícil para las orquestas interpretarla bien y para los cantantes vocalizar, cantar, interpretar y bailar a la vez".

"No es como cantar un dueto o un aria en ópera. Es todo un reto, como la opereta alemana, también muy difícil porque hay que interpretar" y recuerda que Plácido Domingo o Teresa Berganza han dado "sobradas muestras" de la importancia del género.

Garanca vive desde hace un par de años a caballo entre Riga y Benalmádena (Málaga) con su marido, un gibraltareño con el que no discute si el Peñón es inglés o español pero sí, revela, con sus suegros, "una generación distinta" que no es "tan tolerante ni tan abierta".

Ahora que conoce mejor el país opina que la música española refleja bien su idiosincrasia, sobre todo de la de Andalucía, y ejemplo de ello son piezas como "El barquillero" pero, precisa, la gente de A Coruña o Bilbao, ciudades que ella conoce, "son de otro temperamento, más del norte".

Le encantan el flamenco, especialmente la "increíble" Belén López, la Semana Santa sevillana y la atmósfera tan "energética" de los toros y por eso no entiende que en algunos lugares quieran prohibirlos.

"Cada país tiene sus tradiciones, como los ingleses el teatro, los italianos los gladiadores o los rusos beber vodka", y vuelve a reirse a carcajadas.

Su futuro más inmediato es hacer el papel de Giovanna en "Anna Bolena", que cantará junto a Edita Gruberova en el Liceo en enero y febrero, y, "cuando sea el momento", sueña con hacer de Amneris en "Aida".

Sobre su "desencuentro" con el que fue director durante 19 años de la Ópera de Viena, Ioan Holender, por suspender su anunciada intervención el pasado mes de junio en su concierto de despedida, Garanca explica es que estaba convaleciente de una operación, que además se resfrió y que no quiso "arriesgar".

"No fue una vendetta. Lo que he aprendido en esta vida es que soy sólo yo y mi voz las que garantizan la calidad y sólo yo puedo decir si estoy o no lista para salir al escenario. Ni comentarios, ni cotilleos, ni críticas, ni blog van a decidir por mí si estoy bien o no para actuar", advierte.

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