Gerardo Herrero alista a Juan Diego Botto y a Carmelo Gómez en la División Azul

  • Madrid.- "Sangre en la nieve" es el título provisional del nuevo filme de Gerardo Herrero como director, título con el que vuelve a Carmelo Gómez y a la guerra tras "Territorio comanche" pero acompañado por Juan Diego Botto y trasladándose a Lituania para rodar un "thriller" ambientado en la División Azul.

Gerardo Herrero alista a Juan Diego Botto y a Carmelo Gómez en la División Azul
Gerardo Herrero alista a Juan Diego Botto y a Carmelo Gómez en la División Azul

Madrid.- "Sangre en la nieve" es el título provisional del nuevo filme de Gerardo Herrero como director, título con el que vuelve a Carmelo Gómez y a la guerra tras "Territorio comanche" pero acompañado por Juan Diego Botto y trasladándose a Lituania para rodar un "thriller" ambientado en la División Azul.

"No es una película bélica, porque el cine español no da para una película de guerra... al menos a mí no me da", adelanta Gerardo Herrero en un encuentro con los medios a escasas semanas de empezar el rodaje. "No ves la guerra, no ves muertos o heridos, en un 'thriller' dentro de un campamento", añade.

Herrero, productor de cintas como "Balada triste de trompeta" o "En la ciudad" y director de otras como "Las razones de mis amigos" o "El corredor nocturno", leyó hace tres años el libro "El tiempo de los emperadores extraños", de Ignacio del Valle.

Enganchado a la historia, pero consciente de su complicada adaptación, es ahora cuando por fin se lanza hacia el primer claquetazo, que espera dar el 21 de febrero.

Su título ha pasado por "El rostro del asesino" y "el título de hoy es 'Sangre en la nieve'", asegura, pero sus planos están ya desglosados uno por uno en el "storyboard" para que los 4 millones de euros de presupuesto inicial no se desmadren en un rodaje cuyos interiores se filmarán en los estudios de Ciudad de la Luz, en Alicante.

Todo comienza en 1943 en el frente de Rusia. Un lago helado en el que han quedado atrapados unos caballos y, sobre ellos, un soldado español con una inscripción que reza: "Mira que te mira Dios". Y a partir de ahí arranca este thriller en el que se aborda "la investigación de un asesino en serie dentro de la División Azul".

"Sangre en la nieve" juega con la "ironía", según Carmelo Gómez, de ese cuidadoso estudio de tres muertes concretas y premeditadas dentro de una "estadística", como llamaba Stalin a los millones de víctimas de la contienda.

"Todo el mundo sabe que los muertos se contaron por millones, por eso resulta paradójico singularizar a estos tres muertos dentro de la historia de muchos", explica Juan Diego Botto.

Herrero se protege quitando ansias de reflexión histórica a su nuevo título, que ha documentado más por fotografías y vídeos que por textos y con el que quiere mostrar, eso sí, el mosaico que era la División Azul que fue enviada desde España a luchar con el ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial.

"Había voluntarios falangistas, mandos militares, republicanos que iban a lavar culpas, como fue Luis García Berlanga, y otros que se alistaban para, una vez en el frente, pasarse al bando rojo", explica. Pero, sobre todo, la película se centra en sus dos protagonistas, que son "como Holmes y Watson".

Gómez encarna a un falangista nacionalista y Botto a un policía profesional de pasado republicano. Y en su tira y afloja, en su necesaria convergencia para sobrevivir entre la sangre y la nieve del título, encuentra esta historia otro de sus nudos.

"Es uno de los procesos en los que se sustenta la película. En cómo ante un mismo hecho, ellos emprenden dos vías paralelas que fraguan su amistad", explica Carmelo Gómez.

"Mientras investigan quién es el asesino, están preocupados por si los van a matar o cuándo", asegura el actor de "Martín (Hache)", y explica que para sus personajes, la trama criminal es "mejor que estar en el frente".

Eso acaba haciendo de la misión algo al margen de la ideología. "En esas situaciones uno no sabe para qué cojones está allí", asegura.

Y así, todo el equipo de "Sangre en la nieve" se prepara ya para un rodaje de siete semanas que se prevé duro en su fase lituana - con 5 grados bajo cero de temperatura máxima de media- para dar credibilidad a esa frase que está en el guión y que dice: "Este frío mata el catarro".

Mateo Sancho Cardiel.

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