Gervasio Sánchez:La guerras acaban con identificación del último desaparecido

  • El fotoperiodista Gervasio Sánchez documenta las "zonas oscuras" del mundo en una exposición en Zaragoza sobre sus 25 años de trabajo en América Latina, Europa, Asia y África, en conflictos armados que "no se acaban hasta que se identifica y entierra al último desaparecido".

Zaragoza, 13 nov.- El fotoperiodista Gervasio Sánchez documenta las "zonas oscuras" del mundo en una exposición en Zaragoza sobre sus 25 años de trabajo en América Latina, Europa, Asia y África, en conflictos armados que "no se acaban hasta que se identifica y entierra al último desaparecido".

Gervasio Sánchez, Premio Nacional de Fotografía en 2009, así lo ha manifestado en la presentación en rueda de prensa de la muestra "Antología", que se inaugura hoy en el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos (IAACC) Pablo Serrano de Zaragoza.

La exposición, que comenzó su itinerancia en 2012 en Madrid, incluye 132 fotografías, a color y en blanco y negro, que se ordenan de forma cronológica, y cuatro murales con 48 retratos de personas directamente afectadas por algunas de las realidades documentadas por este fotoperiodista especializado en conflictos bélicos.

La exposición, que Sánchez ha dedicado a sus amigos periodistas fallecidos en conflictos bélicos, es "muy dura", aunque ha intentado ser cuidadoso en mostrar determinadas imágenes, porque nunca le ha gustado ser morboso, ha dicho.

Aún así, se pueden ver retratos de víctimas de mutilaciones y ex niños soldados, ambos en Sierra Leona, y a familiares de personas desaparecidas en diversos países del mundo, porque según ha señalado "la violencia engendra violencia y los civiles son los grandes olvidados de los conflictos armados".

En la exposición, comisariada por Sandra Balsells, y producida por la Secretaría de Estado de Cultura, Sánchez ha intentado "documentar por todos los medios" lo que ocurre en las "zonas oscuras" del mundo, en esos conflictos que han dejado de ser mediáticos y se olvidan durante la mayor parte del tiempo que duran, algunos varias generaciones.

Y sobre todo con dos objetivos, denunciar la violencia en la guerra, las calamidades que pasa la población civil y los negocios que se hacen con las guerras, que ocurren porque "el ser humano es incapaz de vivir sin ellas".

Porque ha afirmado que pretende que su trabajo se siga viendo con el efecto que debería tener siempre el periodismo, como arma de denuncia permanente, como vigilante del poder y como forma de contar las historias.

Este fotoperiodista, nacido en Córdoba en 1959 pero afincado en Zaragoza desde los años ochenta, comenzó en 1980 sus viajes a Turquía, en un golpe de estado, a los que siguieron otros a Israel, Egipto, Guatemala, Siria, Iraq, Camboya o Afganistán, en los que "la guerra ha destruido la esencia de la vida y ha provocado brutalidades".

Pero en su opinión "las guerras no se acaban cuando los políticos y los diplomáticos lo deciden y pitan el final del partido", como la de Bosnia, que acabará el día en el que se encuentre al último desaparecido, se identifique y se entierre, posiblemente treinta años después.

En la exposición, que se puede ver en Zaragoza hasta el 22 de febrero de 2015 antes de viajar a Córdoba, se puede recorrer la trayectoria de Sánchez en los últimos 25 años, en cinco apartados: América Latina (1984-1992), Balcanes (1991-1999), África (1994-2004), Vidas minadas (1995-2007) y Desaparecidos (1998-2010).

Mostrar comentarios