Giménez Bartlett dice que La Pastora es hija de una España trágica y siniestra

  • Barcelona.- La escritora Alicia Giménez Bartlett, ganadora anoche del Premio Nadal con la novela "Donde nadie te encuentre", narra la historia de Teresa Pla Meseguer, una maquis llamada La Pastora, a la que se acusó de 29 asesinatos, "un personaje que es hijo de una España trágica y siniestra".

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Barcelona.- La escritora Alicia Giménez Bartlett, ganadora anoche del Premio Nadal con la novela "Donde nadie te encuentre", narra la historia de Teresa Pla Meseguer, una maquis llamada La Pastora, a la que se acusó de 29 asesinatos, "un personaje que es hijo de una España trágica y siniestra".

En una entrevista concedida a Efe, Giménez Bartlett ha asegurado que "Donde nadie te encuentre", que publicará en las próximas semanas Destino, "no se trata de una novela histórica, sino que tiene algo de aventura".

La novela cuenta la historia de un psiquiatra francés especializado en mentes criminales que viaja a Barcelona en 1956 tras la pista de La Pastora y en su búsqueda se ayuda de un periodista barcelonés.

Para la autora, era un gran atractivo acercarse a un personaje real, que existió y que murió en 2004, pero cuando decidió escribir sobre él se encontró con "mucho silencio oficial sobre ella y mucho silencio en los pueblos cercanos al Maestrazgo y Els Ports, por donde se movió La Pastora, casi una "omertá" al más puro estilo siciliano".

El golpe de suerte llegó cuando hace un año José Calvo publicó en una editorial de Vinaroz un libro de 1.000 páginas que recopilaba toda la documentación que había podido reunir en siete años sobre La Pastora.

"Si hubiera transcrito los documentos que he leído, se hubiera llegado al 'gore'", comenta Giménez Bartlett, pues "hay momentos terribles, que te pone los pelos de punta, y he procurado no incidir de una manera truculenta en la historia. Se narran algunos episodios muy duros, pero procurando alejarlos siempre de los momentos más llamativos".

La leyenda negra y la ignorancia malintencionada de la época hizo circular que La Pastora -Florencio en sus últimos años- padecía hermafroditismo.

La escritora manchega matiza esta percepción: "Se trataba de un falso hermafroditismo, pues los dos informes médicos que le hicieron cuando estuvo en la cárcel a partir de 1960 determinaron que no tenía muy desarrollados ni el pene ni los testículos, pero desde un punto de vista de gónadas era un hombre", sostiene.

La novela se centra en tres meses de 1956, aunque la escritora se ha visto obligada a añadir una coda final, fuera de la ficción, con los datos biográficos del personaje, porque "tiene tanta fuerza su vida, que no se puede hurtar al lector esa información".

Giménez Bartlett tenía en mente el personaje ya desde su juventud, cuando estudiaba bachillerato en el colegio de monjas en Tortosa y cantaban: "Viva la Guardia Civil, que ha atrapado a la Pastora, mujer de malos instintos, fea y pecadora"

Aquella cantinela "excitaba la curiosidad" y además La Pastora era un mito en la zona, pues "nunca la pudieron cazar en los montes" y de hecho en 1956, recuerda, cuando llevaba dos años escondida en el monte sin hablar con nadie, decidió ir a trabajar a Andorra, donde la detuvieron por un chivatazo.

Considerada la dama del crimen en España, Giménez Bartlett no ha querido dar un tratamiento de novela negra a esa búsqueda que emprenden el psiquiatra y el periodista, pero "casi de manera impensada el desenlace del libro tiene una sorpresa importante, que es más típico del género".

El lector no se llevará una idea de La Pastora al estilo de los asesinos en serie americanos: "Nadie pudo probar su autoría en los 29 asesinatos que le atribuían, pero tampoco era una niña candorosa, porque cuando tenía que ejercer la violencia lo hacía sin contemplaciones".

En el maquis, adonde llegó La Pastora sin una convicción ideológica, se encontró con sus primeros amigos que la aceptaban como era y además allí aprendió a leer, comenta la autora.

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