Buenos Aires, 15 de dic.- El activista argentino de Greenpeace presuntamente involucrado en los daños a las Líneas de Nazca (sur de Perú) regresó a su país, pero en Lima quedó una delegación para hacerse cargo de todo lo relacionado con el caso, confirmaron hoy a Efe fuentes de la organización ecologista.
"Es importante resaltar que nunca estuvo detenido y que nunca tuvo una restricción para salir de Perú", dijo a Efe Gustavo Stancanelli, jefe de prensa de Greenpeace Argentina.
A su vez, el vocero confirmó que en Perú quedó una importante delegación de la organización que se hará cargo de los daños producidos en la zona declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1994.
Los activistas de Greenpeace ingresaron el lunes pasado a las Líneas de Nazca para dar un mensaje sobre el cambio climático.
En una rueda de prensa, la ministra de Cultura de Perú, Diana Álvarez Calderón, dijo que hoy se reunió con el director de Greenpeace, Kumi Naidoo, y que éste le presentó sus disculpas por los daños cometidos, pero no quiso identificar a los autores.
La ministra dijo que los activistas, sobre los que pesa una denuncia por daño al patrimonio planteada por la Fiscalía, salieron "rápidamente" de Perú,
El argentino Mauro Fernández, uno de los identificados hasta el momento, salió el jueves, antes de que el juzgado hubiera podido emitir una orden de detención preventiva, según señaló la ministra peruana.
Los integrantes de Greenpeace formaron, el lunes pasado, con letras de color amarillo un mensaje sobre el cambio climático al costado de la figura del Colibrí, uno de los geoglifos más representativos de las líneas de Nazca, que por su tamaño solo se pueden apreciar desde el aire.
Los geoglifos están en un área de 780 kilómetros cuadrados en el desierto de Ica.
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