Alicante.- El director de cine Manuel Gutiérrez Aragón ha afirmado hoy que, "a pesar de la supuesta crisis de la industria cinematográfica española, nunca como ahora" ha visto "una vocación igual por dedicarse a este oficio".
Gutiérrez Aragón ha realizado estas manifestaciones durante la la conferencia inaugural del curso académico 2010/11 del Centro de Estudios de Ciudad de la Luz, que ha corrido a su cargo.
En el acto también han estado presentes el rector de la Universidad Miguel Hernández (UMH), Jesús Rodríguez; la directora general de Ciudad de la Luz, Elsa Martínez; el director del Centro de Estudios Ciudad de la Luz, Luis Cruz, y el director académico del Grado de Comunicación Audiovisual, Daniel Narváez.
El realizador de películas como "Todos estamos invitados" o "Cosas que dejé en La Habana", ha destacado, ante los alumnos y profesores de la escuela de la entidad audiovisual, que "para ser director de cine, además de tener la voluntad, son necesarias ciertas dosis de talento y de creatividad".
"Ahora parece que hacer películas es sencillo", ha apuntado, al tiempo que ha añadido que en esta industria "pasa como en política, que nadie exige nada" a aquellos que quieren emprender ese oficio.
Sobre las virtudes de un "buen realizador" cinematográfico, Gutiérrez Aragón ha explicado a los asistentes que "es imprescindible tener algo de escritor, de narrador, sentir pasión por la plástica, pero sobre todo hay que saber contar historias, y conseguir que de todo ello salga un único producto, una película".
Por otro lado, ha incidido en la "importancia del trabajo en equipo" dentro de la industria cinematográfica, un aspecto que ha confesado no haber aprendido "en ninguna escuela", sino "a lo largo de los rodajes".
"Hacer frente al primer día de grabación de la primera película para un director primerizo es terrible", ha señalado, ya que "generalmente el equipo con el que trabaja tiene mucha más experiencia que él".
En este sentido, ha indicado que "lo más difícil es tener autoridad con el resto de profesionales del rodaje, sin ser autoritarios". "En este caso la profesión del director es parecida a la guerra", ha explicado.
Al mismo tiempo, ha resaltado que "gracias al excelente nivel de los profesionales de la industria cinematográfica española, es casi imposible que una película se haga mal técnicamente", si bien ha puntualizado que "otra cosa es que sea mala".
Dentro del valor que Gutiérrez Aragón ha concedido al trabajo en equipo, ha destacado la labor de los guionistas, de quienes ha subrayado "la dificultad de su oficio" por poner "sus escritos en manos de personas a las que ni siquiera conocen", en referencia a los productores de televisión, sin los cuales hoy en día, es "impensable sacar adelante ningún proyecto".
Durante su intervención, Martínez, quien se ha definido a sí misma como "política circunstancial por convicción de ayudar a la gente", en alusiones a las palabras del realizador cántabro, ha hecho hincapié en que "esta escuela es la mayor cuota social de Ciudad de la luz.
Además, ha anticipado la intención del complejo audiovisual de desarrollar "másters" en el futuro, que amplíen la oferta educativa de esta institución.
Por su parte, Rodríguez Marín ha lamentado el cambio de denominación en los estudios universitarios, que han pasado de licenciatura a grado, "una palabra neutra" según su opinión, y ha ejemplificado la "trascendencia" de estas instalaciones educativas argumentando que "estudiar cine en Ciudad de la Luz es como estudiar medicina en un hospital".
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