Gutiérrez Aragón escribe en su tercer libro su novela más personal

  • El cineasta Manuel Gutiérrez Aragón ha escrito con "Cuando el frío llegue al corazón" su novela más personal, que ha presentado hoy en Barcelona, y en la que el autor describe el despertar a la vida de un adolescente.

Barcelona, 23 oct.- El cineasta Manuel Gutiérrez Aragón ha escrito con "Cuando el frío llegue al corazón" su novela más personal, que ha presentado hoy en Barcelona, y en la que el autor describe el despertar a la vida de un adolescente.

Gutiérrez Aragón ha explicado que "el título forma parte de los diálogos de Platón que se citan en la propia novela, y ha admitido que se trata, sin duda, de su "novela más personal, porque está tejida de mis recuerdos más íntimos", ha reconocido.

La novela está hecha con mimbres de la realidad pero está muy "evaporada" porque aborrece del costumbrismo.

El autor toma prestado para esta novela un espacio concreto, su Torrelavega natal -en la novela aparece citada como Vega- y unos años imprecisos de la década de los años 50.

"Como detesto las novelas costumbristas, pienso que aunque es evocadora de ese mundo adolescente que yo viví, una vez leída, es un texto más de ambientes y de tonos que argumental, aunque también tenga un argumento", señala.

Atraviesa el argumento de la obra una pléyade de extraños personajes como un fraile exboxeador, "hecho a partir de varios personajes que conocía, como un cura que era aviador o un boxeador sonado", y con antropónimos tan circunscritos a esa Castilla de la época como el protagonista Ludivino o Candidita.

"Todo tiene una explicación -observa Gutiérrez Aragón-, pues en la zona castellana de Palencia hacia arriba se utilizaba mucho el santoral del día que nacían para bautizar a los niños y el resultado eran nombres horrorosos".

No piensa el cineasta cántabro que esa vuelta del recuerdo al pasado haya sido especialmente dolorosa porque "la adolescencia siempre es un proceso feliz-infeliz, pero lleno de descubrimientos y por eso el recuerdo siempre es grato, a no ser que sufrieras un trauma infantil terrible".

Asume que en esta tercera novela aborda un tema tan eterno, no solo en la literatura, sino también en el cine, como "la iniciación, el descubrimiento del sexo, de ti mismo, del prójimo".

Ve curioso Gutiérrez Aragón que con solo su tercera novela ya haya abocado sus recuerdos personales del pasado y, "sin embargo, en el cine -reconoce-, tardé más tiempo en hacer una película más personal".

Ludivino, que podría ser un alter ego del autor -ambos son hijos de veterinarios- lee a Baroja, también como Gutiérrez Aragón, y en concreto, aunque no se menciona, "Camino de perfección", una novela que le "marcó mucho", pero los gustos del personaje son eclécticos y puede leer tanto a Baroja como los tebeos de Mandrake.

Cuando se le pregunta por el carácter cinematográfico de sus novelas, Gutiérrez Aragón espeta con cierta incomodidad: "la novela está hoy muy influida por el cine, pero me parece más cinematográfico Juan Marsé que yo mismo".

Recuerda que en su Cantabria natal él iba para escritor, pero en su camino se cruzó ingresar en la Escuela de Cine, "simplemente para poder ver películas, y allí se me veía como un intruso, alguien que escribía pero que era director; y cuando por fin dejo de hacer cine, se me ve como un cineasta que escribe novelas".

En cualquier caso, "la escritura ha sido un reencuentro con aquellos años de mi primera vocación y el destino que perdí", considera Gutiérrez Aragón.

La escritura le da una libertad a la hora de la invención que el cine, por motivos de producción, no le permitía, mientras que el cine le proporcionaba el trato con los actores, algo que echa de menos durante el proceso literario.

En esa interrelación entre cine y literatura, piensa Gutiérrez Aragón que "la televisión, con las series, ha reinventado la escritura del siglo XIX: las historias paralelas que ya estaban en Dickens o el recurso al melodrama que hallamos en Galdós o Pardo Bazán".

Las series de televisión, añade, dan trabajo a muchos escritores, y sus historias se sustentan además en los guionistas, que tienen mayor poder incluso que los directores.

En ese camino intermedio entre cine y literatura también se moverá dentro de dos años su próximo libro, en el que reunirá, dice, sus experiencias cinematográficas, y las peripecias de su escritura, que "tendrá tanto de memorias personales como de ensayo". EFE.

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