Hala Jaber se olvida del periodismo puro en "Alfombra voladora sobre Bagdad"

  • Madrid.- La escritora y periodista libanesa Hala Jaber, "cansada" de la obligación impuesta al periodista de ser "puro e imparcial", decidió hacer lo inusual y volcar todos sus sentimientos en "Alfombra voladora sobre Bagdad" (Roca editorial), un libro en el que la corresponsal de guerra se encontró a sí misma.

Hala Jaber se olvida del periodismo puro en "Alfombra voladora sobre Bagdad"
Hala Jaber se olvida del periodismo puro en "Alfombra voladora sobre Bagdad"

Madrid.- La escritora y periodista libanesa Hala Jaber, "cansada" de la obligación impuesta al periodista de ser "puro e imparcial", decidió hacer lo inusual y volcar todos sus sentimientos en "Alfombra voladora sobre Bagdad" (Roca editorial), un libro en el que la corresponsal de guerra se encontró a sí misma.

Recién llegada de Irak, Hala Jaber ha recalado en Madrid para presentar su último libro, un relato autobiográfico en el que narra como, paradójicamente, encontró en Bagdad, lugar al que llegó en 2003 para cubrir el conflicto armado, un refugio a su frustración por la imposibilidad de ser madre biológica.

"Lo escribí de una forma muy personal", aseguró hoy Jaber en rueda de prensa, dónde ha desvelado que con este libro no quería narrar la historia que siempre se cuenta, la de un Irak sembrado de cadáveres y convulso, sino la realidad cotidiana del país, "esa que nunca se cuenta porque no hay tiempo ni espacio en las crónicas periodísticas para ella".

La historia que narra en "Alfombra voladora sobre Bagdad" tuvo en la periodista "un tremendo impacto personal", al tener como protagonista a Zahra, una niña de tres años, y su hermana, un bebé, que quedan huérfanas después de que un misil destroce el coche en el que viajaban con sus padres y sus siete hermanos y todos ellos mueran.

La visión de la pequeña en un hospital de Bagdad debatiéndose entre la vida y la muerte conmociona a la escritora de tal modo que decide no cruzarse de brazos, al considerar que "debía a esta niña una explicación para que nunca se olvidara lo que la guerra había hecho con su familia".

A pesar de que inicialmente Hala Jaber cuenta que su decisión de "salir adelante" y olvidarse de la idea de ser madre y volcarse en el periodismo no fue "una huida hacia adelante", cuando reflexiona reconoce que "en cierta forma fue una escapatoria: empecé a ver la parte positiva de no tener hijos y la posibilidad de dedicar todos mis esfuerzos al periodismo".

No obstante, al llegar a Bagdad y encontrarse con Zahra y su hermana se percató de que "fue un error pensar que el problema de los niños ya estaba superado, porque un sentimiento así nunca desaparece; en realidad no estaba preparada para lo que iba a vivir".

A pesar de sus esfuerzos para salvar a Zahra, la niña finalmente muere, lo que provocó en ella un profundo sentimiento de culpa por no haber podido salvarla, aunque años después pudo recuperar el contacto con su hermana Hawra, a la que había perdido la pista.

Su compromiso con los más débiles la llevó a otros proyectos como el que tiene entre manos ahora, con el que trata de ayudar a otra pequeña gravemente deformada por las horribles heridas de la guerra y para cuya curación ya se han recaudado más de 130.000 libras esterlinas (143.00 euros) en el Reino Unido, dónde la niña ha sido operada.

Para ayudar a niños como éstos en centros hospitalarios, existe un proyecto conjunto con Médicos sin Fronteras por el cual tratan de recaudar fondos aunque, según Jaber, la parte negativa está en saber que "por cada niño al que podemos ayudar, hay otros diez que tenemos que rechazar porque no encajan en unos criterios".

En su opinión, "no hemos aprendido nada de la guerra de Irak", afirma que "todavía no hemos entendido que no se puede imponer a una población la voluntad de un pueblo extranjero", y aunque no justifica a "terroristas" como Al Qaeda, distingue entre éstos y "quienes tienen una causa personal".

"Si niñas como las de mi libro cuando sean adultas perpetran un ataque lo consideraremos terrorismo, pero nadie se va a tomar la molestia de preguntarles por qué hicieron lo que hicieron".

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