Madrid, 14 ene.- Con una puesta en escena ácida y divertida de Laurent Pelly, la popular ópera de Engelbert Humperdinck (1854-1921) "Hänsel y Gretel" llegará el próximo 20 de enero al Teatro Real, donde se representarán nueve funciones.
Los dos avispados hermanos, los niños de pan de jengibre, el hada del sueño, la bruja y la casita de mazapán y chocolate se presentarán en el Teatro Real bajo la dirección de Pelly, a cargo también de los figurines, con Barbara de Limburg en el equipo artístico como escenógrafa, en una producción del Festival de Glyndebourne adaptada al escenario madrileño.
La combinación de canciones populares alemanas con una refinada orquestación de tintes wagnerianos resultó una fórmula magistral para consagrar "Hänsel y Gretel", una de las primeras "Märchenoper" u óperas de cuentos de hadas típicas del siglo XIX, entre las más interpretadas del repertorio lírico.
Estrenada en 1893 en Weimar por Richard Strauss, quien la calificó como "una obra maestra de eximia calidad, original en todo, nueva y auténticamente alemana", esta versión del cuento homónimo de los hermanos Grimm, que Humperdinck compuso a instancias de su hermana, autora del libreto, conquistó muy pronto al público.
Fue la primera en ser retransmitida íntegramente por la radio desde el Covent Garden y también la pionera en ser radiada en directo desde el Met. A pesar de ello, en España es una obra muy poco conocida que se ha montado en escasas ocasiones.
Aunque con tintes wagnerianos "la orquestación no tiene las medidas de las operas de Wagner. Además, se trata de una obra con mucho sentido del humor frente a las que Wagner que no lo cultivó mucho", en opinión de Paul Damiel.
Alice Coote da vida a Hänsel, personaje que, afirmó, espera sea la última vez que interprete, "ya que tengo 46 años y me tengo que meter en el papel de un niño de 10 años", al contrario que Sylvia Schwartz que interpreta por primera vez a Gretel.
"Es un papel que llevaba tiempo queriendo cantar y mi voz estaba esperando el momento justo para hacerlo. La orquestación es densa y he tenido que es esperar a que me madurara la voz. La sensación que tengo ahora es que es un papel que se ha sido escrito para mi tipo de voz".
Tanto Alice Coote como Sylvia Schwartz coincidieron al considerar que en una puesta en escena en la que parece que todo se ha roto, los niños sin embargo siguen siendo una figura de inocencia absoluta.
Viven en una caja de cartón, pero juegan igual, "y eso para nosotras como actrices es también desconectar de la complejidad del mundo y meternos en esa inocencia sencilla que estos niños tienen desde el principio hasta el final", señaló Schwartz.
José Manuel Zapata, que da vida en la obra a la corpulenta bruja, consideró que los dos niños "son muy listos" y ante "esa opulencia, con tantos donuts, ellos huelen que algo no va bien y en ningún momento se fían de mi".
Para Zapata este personaje es un regalo, "un sueño para cualquier tenor de carácter. La producción es maravillosa, la música maravillosísima. Se ha hecho una actualización de la opera a nivel temporal como ojalá se hiciera siempre así, respetando el argumento original pero dándole una dimensión nueva; haciendo que la gente de hoy se sienta identificada con lo que pasa en el escenario".
El tenor reconoció que para él va a ser la producción más difícil de su vida "a nivel físico y escénico", dado que tiene que moverse en pequeños espacios.
La ópera de Humperdinck es deudora del "Ring" wagneriano tanto en la línea argumental del libreto como en los temas musicales. El compositor estaba fuertemente influido por el autor de Parsifal, en cuyo estreno participó activamente. Esta colaboración marcaría decisivamente el estilo de Humperdinck en los últimos años, lo cual es también perceptible en Hänsel und Gretel.
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