La batalla judicial entre Haya de Jordania y el emir de Dubái, Mohammed al-Maktoum, ya ha comenzado. Esta semana ya se han visto las caras en Londres, en lo que ha sido el principio de un juicio que va para largo, pues en juego no solo está la custodia de sus dos hijos, sino también una gran fortuna estimada en cerca de 5.000 millones de euros. Y este primer encuentro se ha saldado con una petición contundente por parte de la princesa: una orden de alejamiento para su todavía marido por violencia de género.
Y no solo eso. Haya también quiere que se prohíba al emir llevarse a sus hijos con él fuera de Reino Unido, donde se ocultó cuando huyó de Dubái, y que no sean parte de matrimonios concertados por su padre. Según lo que se ha filtrado a la prensa, la princesa ha hecho esta petición porque "teme por la vida de sus dos hijos", que tienen 11 y 7 años.
Así, Haya ha hecho uso de dos figuras jurídicas que existen en Reino Unido para proteger de los matrimonios forzados a las personas y otra de "no abuso", para víctimas de violencia de género. Por su parte, el emir ha aprovechado el juicio para colgar otra de sus poemas en Instagram, tratando esta vez de la familia. Hace un mes publicó otro en el que hablaba de la "traición" de su esposa al marcharse veladamente.
Ambas partes han contratado a dos de las mejores abogadas de familia de Reino Unido para llevarles este complicado caso. Haya ha fichado a la baronesa Fiona Shackleton, apodada la 'magnolia de acero', la cual defendió al Príncipe de Gales -íntimo de Haya- cuando se divorció de Lady Di. Mientras, el emir cuenta con la defensa de Helen Ward, que en 2009 protegió la fortuna de Bernie Ecclestone cuando se separó de su mujer, Slavica.
Este divorció puede romper un récord y ser el más caro de la historia, pues se estima que están en juego cerca de 5.000 millones. Según se cree, Haya se llevó más de 30 millones en su huída, algo que no se ha podido confirmar. De ahí la importancia de este juicio, al que Mohammed al-Maktoum acudió con un enorme equipo de seguridad que incluso le protegió de ser visto tapándolo con paneles de madera a su entrada a los juzgados.
Por el momento, esto ha sido solo en principio. Haya quiere asegurarse de que no se tomarán decisiones sobre sus hijos sin la autorización de un juez de familia. Para ella, eso es ahora lo más importante, todo con el objetivo de que no les pase lo mismo que a su media hermana, Latifa, que intentó huir de Dubái el año pasado y fue descubierta por su padre, que la mantiene encerrada en casa e incluso bajo torturas. Algo que empujó a su sexta mujer a huir y que hoy le ha llevado a sentarse en el banquillo, a pesar de ser uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo.
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