Henry Kamen: En España se enseña aún la conquista de América como con Franco

  • "Muchísimo" le ha gustado al hispanista Henry Kamen escribir su primer "ensayo" para jóvenes, "Pequeña historia de la conquista de América", en el que hace una "revisión seria" del siglo que siguió a la llegada de Colón a América, y que en España se enseña aún, dice, como "en la época de Franco".

Catalina Guerrero

Madrid, 8 nov.- "Muchísimo" le ha gustado al hispanista Henry Kamen escribir su primer "ensayo" para jóvenes, "Pequeña historia de la conquista de América", en el que hace una "revisión seria" del siglo que siguió a la llegada de Colón a América, y que en España se enseña aún, dice, como "en la época de Franco".

"Curiosamente la manera de enseñar la historia en la época de Franco no ha cambiado en absoluto, en nada, hasta hoy en día", asegura el historiador británico en una entrevista telefónica con Efe desde Barcelona, donde tiene su residencia española.

Como muestra pone dos ejemplos: "todavía se habla de conquista cuando tal cosa era imposible y todavía se habla de cómo los españoles gobernaban y administraban América, algo también imposible porque el 99 por ciento de la superficie del continente permanecía inexplorada por los españoles".

Y añade, para ahondar en su tesis, que "un siglo después de Colón, alrededor de 1550, casi la mitad de América ya no estaba en manos españolas, casi todo el Caribe estaba en manos extranjeras, pero eso no sale en los libros españoles, todos los libros siguen asumiendo que el Caribe era propiedad de España y eso no era cierto, casi todas las islas eran británicas o francesas o de otros países".

Por eso, cuando la editorial Espasa le encargó este proyecto que le ha abierto el apetito de repetir, su propósito de partida fue escribir "una historia auténtica de la presencia española en América" en un tono que pudiese gustar a los jóvenes.

Pero con el rigor de un "historiador profesional" que quiere hacer "una revisión seria de la realidad de aquella época", desde que Colón pone por primera vez los pies en las costas americanas hasta cien años después, siguiendo los pasos de muchos españoles que navegaron hasta América en busca de aventuras y sobre todo riquezas.

Gestas que proporcionaron a los españoles "la ilusión de seguir tal como eran, héroes de hace tres o cuatro siglos", según Kamen, consciente del "problema" que supone intentar cambiar esa "visión".

Y él intenta hacerlo "sin pretensiones de sabiduría" y a sabiendas de que lo que argumenta "no es necesariamente toda la verdad", pero con el rigor de sus muchos años de estudio y el empaque que le da pertenecer a la Royal Historical Society de Londres, así como con la enjundia de su amplísima bibliografía y el apoyo de las "investigaciones más recientes".

Ahora bien, puntualiza, "sintetizando, simplificando, concentrándose mucho para no perder el grano esencial del argumento" sobre la "no conquista", insiste, de América por los españoles.

De los descubridores se puede admirar su "valentía", aunque no se esté de acuerdo en la forma en la que se hicieron las cosas, dice.

Kamen reconoce "debilidad" por Cabeza de Vaca, es el que "más" le "gusta", "porque hizo mucho y además viajó por toda América". También le parece "interesante" Hernán Cortés, y Colón, al que le concede el "honor", no de ser el primero en llegar a América, pero sí de haber "insistido y persistido" hasta lograr su empresa.

En cuanto a los otros, "más vale decir poco, además -añade- curiosamente la mayoría de ellos acabaron mal, con muertes violentas o prematuras, o pobres, porque les guiaba la codicia".

También fracasaron los que fueron a América por sus ideales: los misioneros lucharon al lado de los conquistadores, pero, al final, señala el reputado hispanista, sus esfuerzos por establecer su religión tuvieron "escaso éxito".

Kamen cree que las distorsiones de ese periodo histórico se deben en parte al "error" de los cronistas de la época de exagerar y presentar lo que hicieron los descubridores como proezas históricas, omitiendo la "crueldad" que desplegaron contra los indígenas.

Según los cálculos de Fray Bartolomé de Las Casas, testigo directo de aquellos hechos, veinte millones de indios perdieron la vida debido a la explotación y a los malos tratos a los que fueron sometidos, sin mencionar los miles que murieron por epidemias.

Y todo esto lo cuenta Kamen con el recurso estilístico de ser él mismo un personaje más de este "ensayo" para jóvenes, en el que está acompañado del "principito Eduard", un misterioso adolescente con capacidad para viajar en el tiempo, inspirado en un familiar suyo.

Ese personaje es un "guiño" al célebre libro de Antoine de Saint-Exupéry, y, como "El principito", la "Pequeña historia de la conquista de América", lleva dibujos, en este caso de Fermín Solís.

A Kamen, que le hace "mucha gracia" verse en las ilustraciones, le gustaría que su libro se usase en la escuela para que los niños vean la historia como "una aventura" y "no como un sumario, una sucesión de datos que se tienen que aprender".

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