Laura Arias investiga las fuentes utilizadas por los historiadores de arte

  • Mila Trenas.

Mila Trenas.

Madrid, 3 feb.- Durante diez años, la historiadora Laura Arias ha reunido las fuentes y herramientas utilizadas por los historiadores del arte en la época contemporánea. Estos datos se recogen en un libro cuya densidad de información lo convierte "en una propia historia del arte contemporáneo".

Así lo señaló durante una entrevista con EFE la historiadora, autora entre otras obras de "Permanencia e innovación artística en el Madrid de la Postguerra: la iglesia de Santa Rita", "Del Greco a Tàpies. Un recorrido por la pintura española a través de sus protagonistas" o "Juan Antonio Morales. De la vanguardia al retrato de sociedad".

Publicado por Ediciones del Serbal, el libro consta de once capítulos a lo largo de los cuales, y en más de setecientas páginas, Laura Arias hace un profundo estudio de las fuentes de que dispone el historiador para trazar la historia del arte, desde el siglo XVIII hasta el XXI.

"En total son 540 fuentes de todo tipo, desde lo que han escrito los artistas sobre ellos mismos, hasta lo que ha dicho la crítica o el relato de su amantes, que en el caso de Picasso es especialmente importante", comentó la autora, que en los diez años que ha dedicado a este trabajo ha viajado por diferentes partes del mundo para recabar datos.

"No hay una sola referencia que yo no haya manejado personalmente", asegura.

En el primer capítulo, Arias hace una aproximación a la teoría de las fuentes y su papel en la conformación de la historiografía artística, para continuar con una de las partes más amplias, en las que empieza "haciendo referencia a un texto ilustrado del siglo XVIII y acaba hablando de Tàpies".

En este apartado se comentan fuentes como las enciclopedias y los diccionarios, los textos teóricos de los artistas, los escritos sobre arquitectura y las revistas de arte desde el romanticismo hasta el informalismo.

Otro tipo de fuentes son las de carácter biográfico, como los diarios, o las memorias de los propios artistas "que a veces mienten como cosacos, como es el caso de Dalí"; en el lado opuesto al genio catalán sitúa a Picasso, uno de los artistas que menos escribió de sí mismo, y de quien existe numerosa documentación gracias a sus mujeres, sus amantes y sus amigos.

También el género epistolar "es una fuente esencial para el conocimiento de la vida del artista, de su arte y de su época". Este es el caso de Van Gogh y de su hermano Théo, "cuyas cartas reflejan las convicciones estéticas y perturbaciones mentales del artista", según la autora.

En las fuentes literarias o de invención se muestra como la literatura ha influido en los artistas; como estos han escrito sus propias novelas o como son vistos por los hombres de letras "que en ocasiones les convierten en héroes novelescos".

Otra fuente estudiada por Laura Arias es la que emana de la relación del artista con la sociedad. "Un ejemplo de esto es el contrato que firmó Sorolla con Huntington para la decoración de la Hispanic Society", apunta.

Capítulo "especialmente bonito" es el dedicado a las descripciones artísticas e iconográficas, empezando por las de obras antiguas tras el hallazgo de Pompeya y Herculano.

"Los libros de viaje tienen en este punto mucha importancia, con sus descripciones de mundos exóticos. Al poner se moda los viajes surge mucha literatura romántica", comentó Arias, que ha incluido en este capítulo el mito romántico de España que surgió, entre otros, con los viajes de Delacroix, Doré o Dumas.

También se hace hincapié en "Los cuentos de la Alhambra" de W.Irving; las obras del escritor británico R.Ford "fuente muy interesante que describe España, sus ciudades y costumbres de una forma muy objetiva", frente a visiones "más amables y tópicas" de "Cartas de España" de P. Mérimée.

Este capítulo estudia también las fuentes a través de los inventarios, con mención a las descripciones costumbristas de Mesoneros Romanos; a las de los monumentos de la mano de Amador de los Ríos o la forma en que Gutiérrez Solana o Darío de Regoyos describen la España negra. Trata también de las del mundo medieval que hacen Víctor Hugo, en Nuestra Señora de París, o Jovellanos.

Asimismo, ha incluido las obras descritas por el propio artista o por personas de su entorno, con referencias a Courbet y su "Taller del pintor"; a Goya y "Los Caprichos"; a Gauguin en su libro "Noa-Noa"; la que hace Juan Larrea del "Guernica" de Picasso o "Los cuadernos catalanes" de Miró.

Laura Arias finaliza su intenso trabajo con el estudio de las fuentes gráficas, tangibles y audiovisuales que engloban los dibujos, las maquetas, los estudios de los artistas y las fotografías "básicas sobre todo para los artistas conceptuales", así como la radio, la televisión, los vídeos documentales y el cine.

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