Un libro expone la corrupción y los negocios sucios de los españoles... en Marruecos

    • La historiadora María Rosa de Madariaga documenta los años del Protectorado y sus tejemanejes.
    • Los "negocios sucios" se sucedieron en la época de la Segunda República y el franquismo.

A María Rosa de Madariaga le entró la risa cuando empezaron a brotar cada vez más casos de presunta corrupción en España a las puertas de publicar su último libro. Se empezaban a acumular: el Caso Gürtel, el Caso Palau, el Caso Nóos, el Caso Bárcenas… y la nueva obra de esta historiadora empezaba a parecer una crónica de la actualidad más que un ensayo histórico sobre el Marruecos español.

Marruecos, ese gran desconocido (Alianza Editorial) aborda la época del protectorado español cien años después de su instauración en Tetuán, centrado sobre todo en la época franquista hasta su independencia en 1956.

Habla de "negocios sucios" y una cultura de la corrupción arraigada entre los militares y los empleados públicos del protectorado (eufemismo de un lugar que fue más una colonia que otra cosa, admite Madariaga). "Es increíble, porque resulta que todos estos escándalos a los que estamos asistiendo ahora, existían ya en el protectorado", comenta la autora.

"Conceder licencias de importación-exportación [bajo mano], todo lo relacionado con las aduanas, incluida la alimentación, la concesión de salvoconductos para ir a un lugar o a otro… Todo era con propina", describe. Igualmente existían "grandes negocios de estraperlo y contrabando y hubo muchas fortunas que se hicieron a base de irregularidades" con la permisividad del franquismo.

Durante la Segunda República hubo intentos por acabar con semejante panorama de corruptelas, pero no hubo forma. "Una cosa que estaba tan enraizada a todos los niveles era absolutamente imposible remediar", indica Madariaga.

Rememora el escándalo de 'El Millón de Larache' en la intendencia del Ejército en 1922, cuando se desviaron fondos destinados a la alimentación de la tropa y al transporte en mulos o caballos de los militares. Algunos de ellos con contactos en la venta de productos, acordaban vender productos a un precio muy superior al real y se quedaban con la diferencia.

"Uno de los altos de los comisarios de la República hablaba de "moralizar" la vida pública, pero había tantos intereses creados, tanto enchufismo y amiguismo, que era muy difícil ponerle coto a esa situación", asegura esta historiadora.

Lamenta que España no creara muchas escuelas ni hospitales durante la colonización de la zona y la dejara "muy deprimida y atrasada". Sí urbanizó y modernizó Tetuán, pero dejó el Rif como el "pariente pobre".

Unos 780.000 marroquíes viven hoy en España según el registro y el Rey Juan Carlos guarda una estrecha amistad con Mohamed VI, a quien visitará en su primer viaje al extranjero el próximo marzo tras su última operación de cadera. La buena relación entre ambos jefes de Estado resulta de gran ayuda para las relaciones bilaterales.

Madariaga opina que la Primavera Árabe ha conseguido importantes mejoras, como la elección libre del primer ministro, aunque "le queda mucho camino por recorrer". En la época de Hassan II, él decidía el número de diputados y el sentido del voto de la población. Ahora con su hijo Mohamed VI, "al lado de cada ministro, hay un señor vigilando lo que hace".

Para hablar de una democracia como en España aún falta tiempo. Pero quizá España tampoco sea el mejor ejemplo.

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