El imperio de Cristina Pedroche a sus 30 años: restaurantes, TV e influencer

  • La popular presentadora ha pasado en tres décadas de ser la presentadora de moda a toda una empresaria.
Fotografía de Cristina Pedroche
Fotografía de Cristina Pedroche
EFE

El martes 30 de octubre de 2018 una de las mujeres más conocidas de nuestro país sopló velas. En concreto, 30. Porque Cristina Pedroche entró en la treintena solo dos meses antes del que es su gran momento televisivo de cada año: las campanadas de Nochevieja. Cristina tiene mucho trabajo y mucho de lo que disfrutar, porque en estas tres décadas ha pasado de ser una estrella de la televisión a una empresaria de éxito.

La presentadora vive ahora centrada en el programa de La Sexta Zapeando a la vez que prepara nuevos proyectos televisivos en Atremedia, el grupo en el que empezó hace casi una década como reportera de 'Se lo que hicistéis'. A pesar de que Pedroche está graduada en Administración y Dirección de Empresas y diplomada en Turismo por la Universidad Rey Juan Carlos, su trabajo como azafata de eventos en una agencia le llevó a la pequeña pantalla.

Comenzó haciendo anuncios y pequeños cameos en series como 'Sin tetas no hay paraíso' o 'Yo soy Bea', papeles que le llevaron al popular programa de La Sexta, donde fue ganando popularidad por su desparpajo y naturalidad. Cuando finalizó el programa tuvo algún trabajo más en el grupo de medios pero decidió darse un respiro y cambió en el año 2012 a la radio con el humorista Dani Mateo presentando 'Yu, no te pierdas nada'

Pero la televisión volvió a llamar a su puerta un año después, cuando regresó a Atresmedia para presentar Zapeando junto a Frank Blanco, un programa cuyo éxito lo mantiene hoy en día en antena. Pero de ahí su salto fue meteórico, sobre todo cuando se convirtió en la presentadora del 'reality' Pekin Express, sustituyendo a Paula Vázquez. El programa tuvo tan buena acogida que en el año 2015 le encargaron dar las campanadas junto al chef Alberto Chicote, y con esas campanadas empezó todo. Porque la llegada de Cristina al balcón de la cadena en la Puerta del Sol supuso toda una revolución y arrasar en audiencia.

Y todo por sus espectaculares vestidos, con los que siempre logra sorprender al público y, además, reafirmar su identidad y su cuerpo. Porque la imagen de Cristina siempre ha sido objeto de críticas y la joven ha tenido que aguantar todo tipo de insultos en las redes sociales por su peso o su aspecto. Por lo que la última noche del año Pedroche se encarga de demostrar a España lo poco que le importan esos comentarios y lo mucho que se quiere. Sus trajes combinan transparencias, encajes, tul... Un sueño que cada año confecciona Pronovias con las indicaciones de la presentadora y que se ha convertido en el secreto mejor guardado de las Campanadas -y que tiene a tanta gente pegada al televisor con Antena 3 o La Sexta puestos-.

Numerosos negocios

Pero Cristina es mucho más que una profesional de la televisión. Porque en estos años, sabedora de que en este sector hoy puedes estar pero mañana no, ha sabido mover sus ingresos hacia otros sectores que le están reportando suculentos beneficios y alegrías. El más importante de ellos, pero el que por el momento más inversión y atención requiere, es junto a su marido, el popular chef David Muñoz.

Cristina ha invertido en los restaurantes de su marido, los famosos DiverXO y StreetXO, de estos últimos uno está en Madrid y el otro abrió recientemente en Londres. Ahora es su socia y ambos se encargan de llevar este imperio culinario que ha conquistado tres estrellas Michelin y que tiene una lista de espera de meses. Aunque el grupo registra importantes ingresos, una gran cantidad se reinvierte para su crecimiento y expansión internacional, de ahí que este no sea el negocio de Cristina que más beneficios le esté reportando por ahora. 

Pero, además, Pedroche es una de las mayores influencers de nuestro país. Porque aunque ésta no es su ocupación principal, su popularidad en televisión se ha traducido a sus redes sociales, donde acumula 2 millones de seguidores en Instagram. Esto hace que numerosas marcas cuenten con ella para patrocinar sus productos en su cuenta, lo que se traduce en importantes cantidades por subir contenido.

Puma es su firma de deportiva de cabecera, con la que le une un contrato de exclusividad y de larga duración. Si bien en su Instagram también vemos cómo saca productos de firmas como Ipanema, Desigual, Fontaneda, Pepsi o María Pascual. Se calcula que por cada foto nombrando a una marca se puede embolsar unos 5.000 euros, cantidades similares a las que cobraría la famosa Dulceida, que tiene medio millón de seguidores más que ella.

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A veces no pasa nada por estar más seria, ¿no?✨

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Un caprichito se lo puede dar cualquiera, ¿no?🤤🤤❤❤

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Pero aquí no queda la cosa. Porque Cristina Pedroche es una marca en sí misma y acaba de demostrarlo lanzando su propio perfume, aunque más bien habría que decir sus propios perfumes. De cara a la Navidad ha sacado el segundo, que se llama SexSimbol, un nombre con una clara intención para empoderar a todas aquellas mujeres que lo usen. 

De este modo, Cristina Pedroche ha sabido labrarse una carrera de éxito e en estos 30 años que no solo se ha quedado en su faceta televisiva, sino que ha sabido entrar en negocios con potencial, como los restaurantes de su marido, y sacar partido de su imagen y su capacidad de influir en el público. Pero todo ello sin perder la esencia que le caracteriza, el de esa niña de Vallecas que sigue acudiendo fiel al estadio de su equipo cada domingo y que disfruta con los suyos de los pequeños placeres de la vida.

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